Tecnificar y eficientizar el empleo del agua en el campo es una de las principales tareas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de los profesionistas especializados.
De acuerdo con las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), en el mundo cada año se extraen 3,600 kilómetros cúbicos de agua dulce para el consumo humano y el 69 por ciento (%) del líquido es empleado para la agricultura, 10% para el uso doméstico y 21% para la industria.
Las cifras del Atlas del Agua en México 2016 destacan que cada año nuestro país recibe 1,449 millones 471 mil metros cúbicos de agua en forma de lluvia. De esta cantidad se estima que el 72.5% se evapora; 21.2% escurre por ríos y 6.3% se filtra al subsuelo y recarga los acuíferos. Teniendo en cuenta estos datos, México cuenta con 446 mil 777 millones de metros cúbicos de agua dulce renovable al año.
La actividad agrícola consume el 77% del agua dulce disponible en nuestro país; el 22.9% restante se distribuye en otras actividades como el uso público (13.9%) y la industria (9%).
Para mejorar la productividad de la tierra de cultivo y aprovechar de manera adecuada el agua en el campo, la Conagua impulsa la tecnificación de los Distritos de Temporal. Son proyectos de apoyo por parte del Gobierno de la República que se desarrollan en regiones con problemáticas de agua que impiden el uso productivo agrícola y ganadero en esas tierras. Por ello, las autoridades federales construyen infraestructura hidroagrícola (drenaje, caminos, estructuras, alcantarillas, puentes y vados, entre otros), para incorporarlas a la producción alimentaria.
