Se le denomina agua renovable a la cantidad máxima de agua que es factible explotar anualmente en un país sin alterar el ecosistema y que se renueva por medio de la lluvia.
Según el Atlas del Agua en México 2016, cada año nuestro país recibe 1,449 millones 471 mil metros cúbicos de agua en forma de lluvia. De esta cantidad, se estima que el 72.5% se evapora y regresa a la atmósfera; 21.2% escurre por ríos y arroyos y 6.3% se filtra al subsuelo de forma natural y recarga los acuíferos. Teniendo en cuenta estos datos, México cuenta con 446 mil 777 millones de metros cúbicos de agua dulce renovable al año.
Con la finalidad de incrementar la recarga de acuíferos la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desarrolla un sistema de represas y construye pozos de absorción para infiltrar artificialmente el agua de lluvia.
Según datos de la Fundación de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), desde la década de 1950 el consumo de agua dulce se ha triplicado en todo el mundo. Cabe recordar que aunque la Tierra está rodeada de agua, el 97% es salada (océanos y mares) y sólo el 3% es dulce (lagos, ríos y mantos acuíferos subterráneos).