Una gran problemática que se presenta en los últimos años a nivel nacional es en relación con los contaminantes orgánicos, como los compuestos emergentes (fármacos y productos de cuidado personal, drogas, antidepresivos, analgésicos, entre otros) que se incorporan al agua a las aguas residuales y llegan, en algunos casos, a una planta de tratamiento o directamente a un cuerpo receptor.
Hoy en día las plantas de tratamiento no tienen la capacidad para remover estos compuestos, saber cómo se removerán o bien, si los procesos de tratamiento que se propongan efectivamente los están removiendo. Lo anterior hace necesario contar con metodologías especializadas para identificarlos y medirlos.
Las metodologías que permiten identificar y cuantificar estos compuestos son la Cromatografía de Gases-Masas y la Cromatografía de Líquidos- Masas, las cuales permiten detectar compuestos orgánicos. En México no se contaba con algún laboratorio que realizará análisis de compuestos emergentes, por lo que se ha requerido el envío de muestras para su análisis al extranjero.
Dentro de este campo, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) trabaja con Cromatografía de Líquidos por lo que realizó la adquisición de un detector de masas triple cuádrupolo como apoyo a la investigación; con una inversión de tres millones de pesos.
Con este equipo se dispone de un instrumento para la cuantificación de contaminantes en concentraciones del orden de nanogramos por litro. El equipo cuenta con las siguientes características: una mayor reducción de la interferencia, la señal ruido se mejora; alta sensibilidad en análisis cuantitativos debido a su alta selectividad; límites de detección más bajos comparados con los obtenidos por el modo SIM Mode, aproximadamente 10 veces así como rango de linearidad amplio y dinámico que permite cuantificar concentraciones más bajas comparadas con el modo SIM. El detector triple cuádrupolo con cromatógrafo de líquidos permite tener mayor especificidad para determinar qué compuestos emergentes se encuentran en la muestra.
De esta forma, el Laboratorio de Calidad del Agua del IMTA es de los primeros en el país que tendrá la capacidad para realizar estos análisis. La meta es identificar y cuantificar en dos años aproximadamente 120 compuestos emergentes para la evaluación de Tecnologías de tratamiento para remoción de estos, estudios de riesgos sanitarios y ambientales, así como el establecimiento de una red de monitoreo.
Con la adquisición de este equipo técnico de apoyo a la investigación será posible apoyar no sólo a otras áreas del laboratorio de Calidad del Agua del IMTA sino también a otras instituciones que estén trabajando en tratamiento para la remoción de compuestos emergentes.