Las consecuencias del prolongado período de actividad minera y la falta de control público han tenido un efecto devastador sobre el entorno de la parte superior del Monte Neme, que difícilmente podrá ser restituído a su condición original. En este momento, sin embargo, la prioridad es el establecimiento de unas condiciones mínimas de protección que eviten nuevos accidentes.
En este sentido, más allá de simples apilamientos de piedras o áridos, fácilmente sorteables por cualquier persona, no hay ningún tipo de elemento de seguridad que impida el acceso a las balsas ni señalización alguna de carácter reglamentario que advierta del peligro de caída a las balsas o hundimiento del terreno.
Por otra parte, las propias balsas carecen de un dique de contención sólido y el sistema de drenaje propuesto por la Consellería de Economía e Industria podría no resultar eficaz en caso de condiciones meteorológicas adversas, en especial por el volumen de agua y lodos que acumula la balsa principal -prácticamente colmatada-, lo que supone un riesgo evidente para la población de las parroquias de Carballo y Malpica que residen en cotas inferiores de esa ladera del monte.
Las propias balsas carecen de un dique de contención sólido
Finalmente, las instalaciones suponen un peligro en sí mismas debido a las condiciones de absoluto abandono en las que se encuentran, con distintos elementos a la intemperie que potencialmente también suponen un handicap que no puede ser asumido ni permitido por la actual Administración autonómica.
Ante estos hechos, la asociación considera que es fundamental emprender con urgencia el drenaje y sellado de las balsas mineras y el establecimiento de un perímetro de seguridad que impida cualquier tipo de riesgo asociado a la explotación abandonada.
Een el monte Neme ha existido una dejación de funciones desde la parte administrativa
La Ley 3/2008, de Ordenación de la Minería de Galicia, estipula que corresponde a la Xunta verificar el cumplimiento de la normativa en cualquier tipo de actividad minera (art.46) y que los funcionarios establecidos para tal fin podrán practicar "todas las diligencias y requerir la información y documentación necesarias para comprobar que se cumplen las disposiciones legales y reglamentarias" (art.47).
Asimismo, se recoge en los capítulos II y III un régimen sancionador, que establece competencias, procedimientos y en su caso, toma de "cuantas medidas cautelares resulten necesarias" por la vía de urgencia (art.53), lo que incluye tanto medidas de seguridad o control "que impidan la continuidad en la producción del daño", como el "precintado de aparatos, equipos o vehículos" que puedan suponer un riesgo.
En conclusión, y ante las reiteradas advertencias de peligro que se venían sucediendo sobre la posibilidad de accidente en el Monte Neme -como así ha ocurrido-, ha sido la propia Administación gallega la que, a juicio de la plataforma, ha mostrado un comportamiento negligente en la gestión del caso, por lo que se deberían depurar responsabilidades en los departamentos correspondientes.
