El calentamiento global afecta a las zonas más áridas y pobres del mundo. Al sur de África, en Namibia, los pueblos nativos deben cambiar su vida para intentar afrontar los efectos del cambio climático que ha provocado una de las mayores sequías de los últimos 30 años.
En la comunidad himba, por ejemplo, los hombres salen en busca de agua y las mujeres se quedan solas en las aldeas pero esta difícil situación ha obligado a los miembros de este pueblo a migrar a las grandes ciudades.