Cruz Roja Española ha centrado sus esfuerzos, tras el terremoto de Nepal, en el saneamiento y en el hábito de higiene de dos distritos del norte del país, según ha destacado la voluntaria abulense Sara Escudero a su regreso del país, donde ha permanecido tres semanas.
En concreto, la Unidad de Respuesta a Emergencias de Saneamiento Masivo levantó en Rasuwa y Nuwakot 700 letrinas y formó a 12.000 personas en hábitos de higiene.
Escudero, ingeniera civil que ha trabajado durante tres semanas en el país nepalí, ha destacado el "carácter cálido" de las gentes del país, que se mostraban "agradecidos" por la ayuda, y ha señalado las dificultades para desarrollar las labores, dadas las distancias, altitud y dificultad en las comunicaciones.
Cruz Roja Española envió ayuda humanitaria en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y llevó a en mayo una Unidad de Respuesta a Emergencias de Saneamiento Masivo con el objetivo de evitar la propagación de enfermedades.
La voluntaria, que ha trabajado en otras catástrofes humanitarias como los terremotos de Irán o Haití, el tsunami de Indonesia y el tifón de Filipinas, ha relatado los problemas de accesibilidad a los que se han tenido que enfrentar, con zonas escarpadas, a más de 1.800 metros de altitud donde estaba el campamento, y a pie a larga distancia tras un recorrido en vehículo.
La concienciación de los hábitos de higiene ha sido un elemento destacado en el trabajo de Cruz Roja, ha señalado, para que la población se lave las manos, para lo que se han usado "marionetas, teatrillos y canciones a través de las radios locales".
Tras la primera fase, la siguiente durará dos o tres años, según ha pronosticado, y una década una tercera dada la magnitud del terremoto.
