El proyecto de diseño, fabricación y construcción de invernaderos equipados tecnológicamente que llevó Novagric el pasado año, de Grupo Hortofrutícola Paloma para el cultivo de tomate, se ha puesto en marcha teniendo en cuenta un nuevo horizonte: Una agricultura más digital.
Esta agricultura comprometida con el medio y eficiente en los procesos, es una iniciativa que ya está dando sus primeros resultados y demostrando su rentabilidad.
El Grupo Hortofrutícola Paloma, dedicado a la producción y comercialización de frutas y hortalizas, ha destacado siempre por su clara apuesta por un desarrollo sostenible de sus cultivos. Desde 2016 calculan su huella hídrica y de carbono, con el fin de reducir el consumo, además de haberse certificado recientemente en la huella de agua, que evalúa el impacto de la escasez de ese recurso.
“Nuestro principal objetivo es mantener la sostenibilidad ambiental, reducir el consumo de agua y energético, y para ello adecuamos constantemente nuestros cultivos,” explica Elena Blaya, Técnico de Medio Ambiente en grupo Paloma.
Novagric por su parte, comparte este compromiso con la sostenibilidad aportando las tecnologías, el soporte técnico y los conocimientos para cultivar un futuro más próspero.
Para ello, la empresa cuenta con más de 44 años de experiencia ofreciendo un servicio integral en instalaciones de agricultura profesional que facilitan la labor de los agricultores, emprendedores o inversores. Desarrolla proyectos agrícolas de impacto positivo en todo el mundo, tanto en invernaderos (equipados con alta tecnología de control y automatización de riego y clima) como en instalaciones de riego al aire libre y tratamiento de aguas, dando lugar a una nueva Agricultura Inteligente que ayuda a los productores a sumar calidad en sus cultivos y productividad en sus cosechas reduciendo la huella hídrica y energética.
El proyecto se ha desarrollado en la Región de Murcia, una cuenca hidrográfica con históricos problemas de escasez de agua. Conscientes de la situación, se ha equipado el invernadero con las últimas tecnologías para optimizar los recursos, buscando un mejor control climático y un mayor rendimiento en las labores culturales.
Vista aérea de los invernaderos en la Región de Murcia.
El proyecto tiene un total de 10 hectáreas, “con una superficie por módulo de 2 hectáreas para compatibilizar el manejo técnico y agronómico con la rentabilidad económica,” señala Juan Pardo, responsable de innovación y de invernaderos en Novagric. Para contribuir a un manejo más eficaz del clima, se han instalado sistemas de ventilación pasiva, pantallas de ahorro energético automático, sondas de temperatura y humedad, y una estación climática.
Actualmente están produciendo tomate cherry con riego por goteo hidropónico y automático, del que se lleva un control exhaustivo de los drenajes y la fertilización para optimizar al máximo el consumo de agua y lograr una huella hídrica gris cero.
Pese a que los próximos años presentan un gran desafío climático, productivo y una realidad económica muy cambiante, estas nuevas iniciativas permiten seguir mejorando para lograr una agricultura rentable y sostenible.