El mosquito Aedes aegypti se reproduce en agua estancada. Sequías extremas, inundaciones, lluvias torrenciales y aumentos de temperatura son, entre otro, los efectos de El Niño –un calentamiento de la parte central y oriental del océano Pacífico ecuatorial. Con la ampliación de los focos favorables de reproducción cabe esperar un aumento del número de mosquitos.
Pueden adoptarse medidas para prevenir y reducir los efectos de El Niño en la salud, en particular reduciendo las poblaciones de mosquitos que propagan el virus de Zika. La OMS y sus asociados colaboran para proporcionar apoyo a los ministerios de salud con objeto de:
- mejorar la preparación y respuesta a El Niño;
- reforzar las intervenciones que permiten controlar las poblaciones de mosquitos, por ejemplo las medidas de reducción en origen dirigidas contra los principales focos de reproducción de los mosquitos, distribución de larvicidas (insecticidas que atacan en particular las larvas del mosquito Aedes ) para tratar aguas estancadas que no puede utilizarse ningún otro tratamiento (limpiar, vaciar, cubrir, etc.);
- reforzar la vigilancia de los vectores (por ejemplo, número de focos de reproducción en una zona determinada, porcentaje de focos eliminados); y
- realizar un seguimiento del efecto de las medidas tomadas contra las poblaciones de mosquitos.
También en los hogares pueden tomarse medidas para reducir las poblaciones de mosquitos. Deben vaciarse, limpiarse o cubrirse los contenedores que pueden acumular agua, aunque sea en pequeñas cantidades, como cubos, macetas y neumáticos viejos, para que los mosquitos no puedan utilizarlos de criaderos (incluso durante sequías prolongadas).