Desde que comenzaron los registros de temperaturas, en 1850, 17 de los 18 años más calurosos ocurrieron a partir del año 2000. Los científicos del clima afirman que hemos llegado a una situación en la que, incluso si detenemos de inmediato las emisiones de carbono, las temperaturas globales continuarían aumentando.
Por lo tanto, la reducción de las emisiones no puede ser la única estrategia para enfrentar el calentamiento global, sino que existe la necesidad adicional de adaptarnos al cambio climático, es decir, construir resiliencia para resistir los extremos climáticos.
La próxima semana, algunos de los máximos expertos del mundo en adaptación al cambio climático se reunirán en Abu Dabi, en un foro de dos días, organizado por la Red de Adaptación Global de las Naciones Unidas. Los resultados estimularán una serie de debates internacionales sobre el cambio climático este año y serán cruciales para determinar cómo las sociedades se van a adaptar.
Barney Dickson, jefe de Adaptación al Cambio Climático en ONU Medio Ambiente, confirma: "Los impactos del cambio climático son cada vez más evidentes y la adaptación se reconoce cada vez más como una tarea urgente. Este foro identificará algunas de las tecnologías y soluciones más efectivas, basándose en la experiencia de la región del Golfo".
Un resultado menos conocido del Acuerdo de París de 2015 fue la adopción del 'Objetivo de Adaptación Global'. La próxima conferencia, que iniciará el 20 de marzo, probablemente será fundamental para formular las métricas de este objetivo, mientras se identifican las estrategias óptimas para la adaptación a nivel global.
Si la acción es un antídoto para la desesperación, entonces la adaptación puede ofrecer un escape del derrotismo climático. El aspecto positivo de las actividades de adaptación es que proporcionan soluciones prácticas para el presente. Puede tratarse de plantaciones resistentes al calor para combatir incendios forestales más frecuentes, la instalación de muros de contención para enfrentar inundaciones o el almacenamiento de agua de lluvia para aliviar los efectos de la sequía.
Si la acción es un antídoto para la desesperación, entonces la adaptación puede ofrecer un escape del derrotismo climático
Un esquema pionero para ser discutido en el Foro es cómo expandir la red EPIC. Este fue un proyecto creado inicialmente por la Universidad de Oregón para vincular a los estudiantes de los cursos de sostenibilidad con los problemas que se vivían en sus ciudades. A través de este programa, los estudiantes obtienen experiencia práctica directa, mientras que las ciudades resuelven sus desafíos ambientales. Como anfitriones del Foro, la Red de Adaptación Global de la ONU explorará cómo desarrollar esta idea en todo el mundo.
El Foro invitará a los participantes a contribuir al “Diálogo de Talanoa”, un proceso iniciado por Marruecos y Fiyi en su papel de presidentes de las dos últimas Conferencias sobre el Clima. El Diálogo es una forma de discusión participativa que busca fomentar la cooperación y la transparencia a favor de la acción climática.
La adaptación es especialmente importante en los países en desarrollo, donde las comunidades tienen una dependencia más directa de sus recursos naturales y menos capacidad de inversión. En consecuencia, el Foro explorará las acciones necesarias para beneficiar a los más vulnerables a los efectos del calentamiento global.
Desde 2016, la Red de Adaptación Global ha estado iniciando una serie de intercambios de aprendizaje en todo el mundo a través de los cuales los profesionales de la adaptación visitan a sus contrapartes en otros países para compartir y promover técnicas efectivas. Estos intercambios han producido una gama de historias de éxito, como la transferencia de soluciones de ingeniería a comunidades de Mozambique para abordar el aumento del nivel del mar.
El próximo Foro ofrece una plataforma para evaluar estas iniciativas e identificar oportunidades para una mayor difusión del conocimiento crítico de adaptación.