La contaminación por petróleo ha afectado la Amazonía del Perú durante los últimos 30 años y supone un peligro importante para las zonas más vírgenes y remotas de esta región, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología (ICTA -UAB) y del Departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la UAB que analiza por primera vez el impacto de la contaminación de las actividades extractivas en la Amazonía Occidental. El estudio se ha presentado estos días en la conferencia Goldschmidt de geoquímica, en Sacramento, California.
La mayor parte de las selvas tropicales contienen reservas de gas y petróleo. En la Amazonia Occidental o del Perú, la producción de estos combustibles comenzó en los años 20 y alcanzó su máximo nivel en los años 70, pero la creciente demanda actual está provocando un nuevo crecimiento de las extracciones. Aproximadamente el 70% del territorio fue concesionado para la exploración petrolera entre 1970 y 2009.
Los investigadores han elaborado por primera vez una base de datos de análisis químicos realizados en esta región entre los años 1983 y 2013 y han analizado los derrames ocasionales y crónicos que se han producido a lo largo de los ríos de la selva amazónica. Los datos provienen de diversas fuentes, incluidas las agencias públicas peruanas y las compañías petroleras. Aunque deberán ser reforzados con estudios posteriores, los resultados obtenidos han alertado a los científicos.
"Hemos estudiado los registros de contaminantes de 18 puntos de vertido de aguas de formación-subproducto de la extracción petrolera-distribuidos en 10 afluentes del río Amazonía, midiendo las variaciones de 9 contaminantes diferentes, entre ellos plomo, mercurio y cadmio, durante los últimos 30 años. El 68% de las muestras estaban por encima de los límites actuales permitidos en cuanto a las concentraciones de plomo y el 20% superaban los niveles de cadmio. También pudimos comparar los niveles de contaminación aguas arriba y abajo de los puntos de vertido, encontrando 11 veces más cloruros-indicadores de contaminación petrolera-río abajo ", explica Raúl Yusta, uno de los autores del estudio.
"No hay hasta ahora estudios publicados que nos indiquen el impacto de la contaminación de las actividades extractivas en las zonas vírgenes remotas tropicales. Nuestros resultados muestran que la contaminación ha sido muy extendida por estas áreas. El aumento de los niveles de contaminantes no se debe sólo a los derrames de petróleo, también a la perforación y al proceso de extracción, procesos que hasta ahora no se han controlado eficazmente. Algunos de los contaminantes pueden pasar a los humanos y muchos de los terrenos donde se producen los vertidos son zonas de alimentación para muchos animales, incluidas especies en peligro de extinción", indica Antoni Rosell, investigador ICREA del ICTA y codirector de la investigación .
"La contaminación de las aguas superficiales debido a la extracción de petróleo bajó a esta región hacia el 2008, por el inicio de la reinyección de las aguas de formación, pero hay un gran desconocimiento de la contaminación presente en sedimentos y de la posible bioacumulación de metales pesados en animales que la población indígena local caza y pesca para comer. Este desconocimiento, unido a la mayor demanda de combustibles fósiles, genera una gran preocupación sobre las consecuencias que podría tener la ampliación de fronteras para nuevos proyectos de explotación y extracción", concluye Martí Orta, también codirector del estudio.
El río Amazonas nace en el pico Nevado Mismi -5597 metros de altitud-en Andes Peruanos. Desde allí fluye hacia las provincias de Loreto y Datem del Marañón, donde se tomaron las muestras analizadas en el estudio. La Amazonia Occidental, con grandes reservas de hidrocarburos en sus selvas, está considera un área de diversidad cultural y biológica únicas en el mundo.