El secretario de Estado de Medio Ambiente del Gobierno, Federico Ramos de Armas, ha asegurado este lunes que el Ejecutivo central está dispuesto a subir el caudal mínimo en el tramo final del Ebro desde los 3.200 hectómetros cúbicos anuales que contempla el plan del río aprobado este viernes en el Consejo de Ministros.
"Si en un futuro es necesario la subida del caudal mínimo porque así lo exige la conservación del Delta, se irá subiendo", ha defendido Ramos de Armas en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press.
El secretario ha puntualizado que dicho incremento sería siempre desde una óptica "sensata y moderada", ya que entiende que el plan es positivo y goza de un amplio consenso entre las comunidades autónomas por donde transcurre y en las comunidades de regantes.
El nuevo plan contempla la entrada en funcionamiento de casi 500.000 nuevas hectáreas de regadío
"Falta rematar y llegar a un acuerdo sobre ese caudal mínimo en el Delta en el que estamos seguros que seguiremos avanzando", ha añadido, porque la conservación del río interesa no solo a los vecinos del Delta del Ebro, sino a toda la sociedad, ha expresado.
El plan de cuenca del Ebro contempla un caudal mínimo en la desembocadura de 3.200 hectómetros anuales, muy alejado de los 7.000 que solicitaba la Generalitat, que ya ha adelantado su rechazo al plan y la posibilidad de recurrirlo.
La Plataforma en Defensa del Ebro (PDE), constituida en 2000 con motivo del primer Plan Hidrológico Nacional (PHN) que finalmente fue rechazado, ha anunciado su oposición al proyecto y ha asegurado que lo recurrirá ante la Comisión Europea porque contraviene la directiva marco del agua y la de hábitats.
La plataforma recuerda también que el nuevo plan contempla la entrada en funcionamiento de casi 500.000 nuevas hectáreas de regadío, desde el millón de hectáreas que existe en la actualidad -125.000 se pondrían en marcha en Catalunya y 220.000 en Aragón-, y la construcción de 40 nuevos embalses.
El conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Santi Vila, lamentó este viernes la falta de diálogo del Gobierno en la aprobación de un modelo que considera "lesivo" para la conservación del río y para evitar la regresión del Delta.
