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Agua limpia a partir de la niebla

  • Agua limpia partir niebla
  • Investigadores de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich han combinado por primera vez la recolección de agua de la niebla con un método de tratamiento de agua alimentado exclusivamente por energía solar.
  • Una propiedad conocida como memoria fotocatalítica es la responsable de la viabilidad del método de noche o cuando el cielo está nublado.
  • Usando esta nueva tecnología, el agua potable se puede recolectar en áreas con una fuerte contaminación atmosférica.

Sobre la Entidad

Redacción iAgua
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Investigadores de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich han demostrado el uso de una malla metálica especialmente recubierta para captar el agua de la niebla y, al mismo tiempo, eliminar contaminantes. Las personas que viven en zonas secas, pero con niebla, podrían beneficiarse de esta tecnología.

En países como Perú, Bolivia y Chile, no es raro que los habitantes de zonas con niebla cuelguen redes para recoger las gotas de agua. Lo mismo ocurre en Marruecos y Omán. Estas gotitas se deslizan por la malla y se recogen para obtener agua para beber, cocinar y lavar. Con una red de niebla de unos pocos metros cuadrados se pueden recoger hasta varios cientos de litros de agua al día. Para las regiones con poca lluvia o agua de manantial, pero donde la niebla es un fenómeno habitual, esto puede ser una bendición.

Sin embargo, un inconveniente crucial de este método es la contaminación atmosférica, ya que las sustancias peligrosas también acaban en las gotas de agua. En muchas de las grandes ciudades del mundo, el aire está tan contaminado que el agua recogida de la niebla no es lo bastante limpia como poder utilizarla sin ser tratada, ni para beber ni para cocinar.

Investigadores de la ETH de Zúrich han desarrollado un método que recoge el agua de la niebla y al mismo tiempo la purifica. Para ello se utiliza una malla de alambre metálico recubierta de una mezcla de polímeros especialmente seleccionados y dióxido de titanio. Los polímeros garantizan que las gotas de agua se acumulen eficazmente en la malla y desciendan lo más rápidamente posible a un recipiente antes de que el viento las arrastre. El dióxido de titanio actúa como catalizador químico, descomponiendo las moléculas de muchos de los contaminantes orgánicos contenidos en las gotas para hacerlos inofensivos.

"Nuestro sistema no sólo recoge la niebla, sino que también trata el agua recogida, lo que significa que puede utilizarse en zonas con contaminación atmosférica, como centros urbanos densamente poblados", explica Ritwick Ghosh. Ghosh, científico del Instituto Max Planck de Investigación de Polímeros de Maguncia, llevó a cabo este proyecto durante una larga estancia como invitado en la ETH de Zúrich. Durante ese tiempo, formó parte del grupo dirigido por Thomas Schutzius, que ahora es profesor en la Universidad de California en Berkeley.

Memoria fotocatalítica

Una vez instalada, la tecnología apenas necesita mantenimiento. Además, no se necesita más energía que una pequeña pero regular dosis de rayos UV para regenerar el catalizador. Media hora de luz solar basta para reactivar el óxido de titanio durante 24 horas, gracias a una propiedad conocida como memoria fotocatalítica. Tras la reactivación con luz ultravioleta, el catalizador también permanece activo durante un largo periodo en la oscuridad. Se trata de una cualidad muy útil, ya que los periodos de luz solar suelen ser escasos en las zonas propensas a la niebla.

El nuevo colector de niebla se probó en el laboratorio y en una pequeña planta piloto de Zúrich. Los investigadores consiguieron recoger el 8% del agua de la niebla creada artificialmente y descomponer el 94% de los compuestos orgánicos que se le habían añadido. Entre los contaminantes añadidos había finísimas gotas de gasóleo y la sustancia química bisfenol A, un disruptor endocrino.

Posible uso en torres de refrigeración

Además de captar agua potable de la niebla, esta tecnología también podría emplearse para recuperar el agua utilizada en las torres de refrigeración. "En las torres de refrigeración, el vapor se escapa a la atmósfera. En Estados Unidos, donde vivo, utilizamos mucha agua dulce para refrigerar las centrales eléctricas", explica Schutzius. "Tendría sentido capturar parte de esta agua antes de que se escape y asegurarnos de que es pura por si queremos devolverla al medio ambiente".

Las investigaciones anteriores de Ghosh se centraron en la recuperación del agua de las torres de refrigeración. Ahora le gustaría avanzar en esta tecnología y explorar aplicaciones comercializables. Su esperanza es hacer un mayor uso de la niebla y el vapor como fuente de agua hasta ahora infrautilizada y contribuir así a paliar la escasez de este recurso vital.

Lee el contenido original en Smart Water Magazine.

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