El Consejo de Ministros aprobó a principios del mes de junio la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), así como el anteproyecto de Ley de Residuos, que pretende dar una solución al volumen creciente de residuos y reducir el consumo de plásticos. Este anteproyecto incluye además otra medida que ha suscitado diferencia de opiniones entre el sector del agua y el sector de la hostelería: la obligación de ofrecer agua del grifo gratis en los establecimientos.
Hablamos con Alberto Vizcaíno, productor de sostenibilidad, para conocer su opinión acerca de la nueva normativa.
Pregunta: El Gobierno ha aprobado recientemente la Estrategia Española de Economía Circular y el anteproyecto de ley de Residuos, ¿qué destacaría de este anteproyecto?
Respuesta: El anteproyecto de la ley de Residuos limita los usos del plástico de usar y tirar, un aspecto muy positivo que, unido a una nueva fiscalidad sobre los envases que contienen plástico, está en una buena dirección para conseguir que este material refleje en su precio los impactos ambientales, económicos y sociales que causa.
En líneas generales es una buena legislación, pero necesita de una mayor ambición para convertirse en la norma que oriente el esfuerzo colectivo que supone la gestión de residuos con los principios de la Economía Circular.
La Economía Circular bien entendida debería llevarnos a un modelo de producción y consumo más resiliente en todos los ámbitos de la sostenibilidad
P.- Este anteproyecto establece además las bases para avanzar hacia un nuevo modelo de producción y consumo sostenible. ¿Por qué es importante establecer objetivos ambiciosos en relación a la Economía Circular?
R.- La Economía Circular busca valor en el mantenimiento y la reparación de productos, alargando su vida útil y evitando el despilfarro de recursos y talento que supone la generación de residuos. Este esquema debería servir para reducir la dependencia exterior de recursos estratégicos, tanto materias primas como componentes o combustibles fósiles, reforzando el tejido social y la economía local.
Así, la Economía Circular bien entendida debería llevarnos a un modelo de producción y consumo más resiliente en todos los ámbitos de la sostenibilidad: tanto desde el punto de vista económico como en lo social y lo ambiental. Objetivos ambiciosos deberían crear oportunidades a medio y largo plazo, asegurando actividades y empleos capaces de mantenerse en situaciones de crisis.
P.- Con el objeto de reducir el consumo de envases y fomentar el consumo de agua del grifo, los establecimientos hosteleros tendrán que ofrecer a los clientes la posibilidad de consumir agua no envasada de manera gratuita. ¿Qué opinión le merece esto?
R.- La clave de la Economía Circular reside precisamente en prevenir y evitar residuos, así que considero la apuesta por el agua de grifo como el gran acierto del anteproyecto de ley de residuos. Es una medida muy interesante que evitará grandes cantidades de plástico de usar y tirar, el despilfarro que materiales que suponen y el impacto que implican, tanto a nivel económico en los sistemas de recogida y tratamiento de residuos, como en la disminución de la contaminación por plásticos.
Tanto la hostelería como el turismo tienen una importante capacidad ejemplarizante, ofreciendo agua del grifo muestran al conjunto de los consumidores la seguridad y confianza necesarios para tomar decisiones adecuadas ante el falso dilema del agua embotellada.
Hostelería y turismo tienen un poder importante para ilustrar sobre la importancia del agua de grifo
P.- ¿Cómo cree que afectarán estas nuevas normas a sectores como la hostelería o el turismo?
R.- Hostelería y turismo tienen un poder importante para ilustrar sobre la importancia del agua de grifo, pero también de generar demanda de productos locales y de proximidad, con menor impacto y más acordes a la Economía Circular.
La disminución de los envases y productos de usar y tirar debería pasar por una diversificación económica en favor de actividades locales que puedan proveer alimentos, productos y servicios más sostenibles a unos sectores que son motores económicos y generan pautas de producción y consumo.
Creo que es una oportunidad para que estos sectores se integren más en el entorno donde se realizan, construyendo esa resiliencia que requiere la adaptación y preparación para responder a la incertidumbre climática o a futuras pandemias, resultando en un modelo de actividad más sostenible y rentable a medio y largo plazo.