La Junta Estatal de Control de los Recursos Hídricos de California aprobó a finales de 2023 una nueva normativa sobre reutilización del agua que permite utilizar como fuente de agua potable las aguas regeneradas, es decir, aguas residuales sometidas a un tratamiento avanzado.
Este planteamiento, conocido como "reutilización directa para uso potable”, representa un hito importante en los esfuerzos actuales de California por optimizar los recursos hídricos y combatir la escasez de agua. En un artículo en LA Times, Heather Cooley, directora de investigación del Pacific Institute, destacó la importancia de crear una nueva fuente de suministro a partir de lo que antes se consideraba un residuo. Esta innovación se considera un elemento crucial para mejorar la resiliencia frente a la sequía y el cambio climático.
Las agencias del agua de toda California llevan décadas tratando y reutilizando las aguas residuales, destinándolas al riego de exteriores o a la recarga de acuíferos. El Sistema de Recarga de Aguas Subterráneas del Condado de Orange, el mayor del mundo, utiliza aguas residuales depuradas para recargar las aguas subterráneas, que posteriormente pasan a formar parte del suministro.
La nueva normativa va un paso más allá, permitiendo el uso de agua regenerada directamente en el sistema de abastecimiento de agua potable o mezclándola con otras fuentes. La elaboración de esta normativa ha sido un proceso largo, de más de una década. Darrin Polhemus, subdirector de la División de Agua Potable de la Junta Estatal del Agua, destacó la importancia de dar la máxima prioridad a la salud pública.
Aunque la construcción de plantas de depuración de aguas residuales es cara, Los Ángeles, San Diego y el Distrito Metropolitano de Aguas del Sur de California tienen previsto optar por la reutilización directa para uso potable. La normativa especifica los requisitos en materia de infraestructuras, tecnologías de tratamiento y vigilancia, garantizando una triple redundancia del tratamiento, que incluye bacterias, virus y sustancias químicas.
El proceso de tratamiento consta de varias etapas y utiliza filtros de carbón activado, membranas de ósmosis inversa y desinfección con luz ultravioleta, entre otros tratamientos. La tecnología empleada es similar a la utilizada para la desalación, pero requiere menos energía, por lo que los costes de depuración de las aguas residuales son inferiores a los de la desalación del agua de mar, aproximadamente la mitad según Polhemus.
Una vez aprobada por la Junta Estatal del Agua, se espera que la normativa obtenga el visto bueno de la Oficina de Derecho Administrativo en 2024. El Distrito Metropolitano del Agua pretende abrir camino con su proyecto Pure Water Southern California, que se convertirá en el mayor proyecto de reutilización de agua del país, con un coste de 6.000 millones de dólares. Suministrará agua regenerada en 2028 y en 2032 producirá 115 millones de galones diarios.
La reutilización directa para uso potable se ha implantado con éxito en regiones con escasez de agua de todo el mundo, como Namibia y Singapur, y en algunas poblaciones de Texas. Arizona y Florida están elaborando sus normativas, mientras que Colorado ya las ha puesto en marcha. En California, esta estrategia ofrece una nueva vía para reducir la dependencia de la importación de agua de otras zonas y aumentar el uso de agua regenerada, considerada relativamente a prueba de sequías.
Lee el contenido original en Smart Water Magazine.