Un reciente estudio dirigido por geólogos y geógrafos de la Universidad de Florida, publicado en Geophysical Rsearch Letters, ha aportado nuevas perspectivas sobre los efectos del cambio climático en las plataformas de hielo de la Antártida. Aunque la pérdida general de hielo ha aumentado debido al calentamiento global, la frecuencia y el tamaño de los grandes eventos de desprendimiento de icebergs no han mostrado cambios significativos en las últimas décadas.
La investigación, liderada por la profesora asistente de Ciencias Geológicas Emma MacKie y la profesora asistente de Geografía Katy Serafin, junto a un colaborador de la Escuela de Minas de Colorado, concluye que el principal riesgo para las plataformas de hielo no son los desprendimientos masivos, sino la acumulación progresiva de pequeños eventos de fragmentación, un fenómeno descrito como "muerte por mil cortes".
Mapa de las posiciones del mayor evento de desprendimiento de icebergs en cada año desde 1976 hasta 2023.
Pequeñas fracturas, grandes consecuencias
El desprendimiento de icebergs, un proceso natural en el que fragmentos de hielo se separan de las plataformas flotantes, se ha vuelto más frecuente debido al cambio climático. Sin embargo, los eventos de gran magnitud —aquellos en los que se desprenden más de 100 kilómetros cuadrados de hielo— siguen siendo raros.
Utilizando datos satelitales recopilados entre 1976 y 2023, el equipo de investigadores recurrió a la teoría del valor extremo, una metodología estadística empleada en el análisis de fenómenos poco frecuentes como terremotos y grandes inundaciones. Esta estrategia permitió modelar la probabilidad de grandes eventos de desprendimiento y estimar su posible tamaño en el futuro.
Según las proyecciones del estudio, un iceberg que se desprenda una vez por década podría alcanzar los 6.100 kilómetros cuadrados, una superficie comparable a la de un gran evento ocurrido en 2017, cuando un iceberg del tamaño del estado de Delaware se separó de la plataforma antártica. En un escenario más extremo, un evento que ocurra una vez cada siglo podría generar un iceberg de hasta 45.000 kilómetros cuadrados, un tamaño superior al de Dinamarca.
¿Un patrón natural o una consecuencia del cambio climático?
Los hallazgos revelan que los icebergs de mayor tamaño alcanzaron su punto máximo entre 1986 y 2000, sin evidencias de un aumento en la frecuencia o el tamaño de estos eventos en las últimas décadas. Esto sugiere que los desprendimientos masivos podrían formar parte de un ciclo natural, en lugar de estar directamente relacionados con el calentamiento global.
Sin embargo, el estudio subraya que el cambio climático sí ha provocado una aceleración en la pérdida general de las plataformas de hielo antárticas, impulsada principalmente por eventos de menor escala. Estos pequeños desprendimientos, aunque menos llamativos, han sido el motor principal del retroceso de las plataformas de hielo en los últimos 50 años.
Con estos resultados, los científicos instan a seguir monitoreando la evolución de las plataformas antárticas mediante datos satelitales para comprender mejor su dinámica y anticipar posibles cambios en el equilibrio del hielo en el futuro.