El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha estimado que en pocos días el agua de los municipios sevillanos en los que esta presenta una concentración de benceno superior a los límites normativos permitidos volverá a ser apta para el consumo humano.
El pasado jueves 3 de diciembre, la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía declaró no apta para el consumo humano el agua de los municipios sevillanos de Marchena y La Luisiana, tras confirmarse una concentración superior a los límites normativos permitidos de benceno.
El día después, se sumó el municipio de Écija, y finalmente el domingo 6 la medida se extendió a 12 pueblos en los que opera el Consorcio de Aguas Plan Écija: Osuna, Arahal, Cañada Rosal, Fuentes de Andalucía, La Campana, Paradas, Morón de la Frontera, Lantejuela, La Puebla de Cazalla, El Rubio, Marinaleda y Herrera.
Los municipios con el agua declarada apta para el consumo son Arahal, Cañada Rosal, El Rubio, La Campana, Fuentes de Andalucía, Lantejuela, La Puebla de Cazalla, La Luisiana, Marinaleda, Morón de la Frontera y Osuna
La declaración como agua no apta para el consumo humano significa que no puede ingerirse ni utilizarse para la elaboración de alimentos, aunque sí puede usarse para higiene personal y limpieza doméstica.
Poco después de la declaración, el Ayuntamiento de Marchena e Hidralia anunciaron la movilización de tres camiones cisterna en dicho municipio para distribuir agua potable, priorizando el reparto a centros de salud, residencias y centros escolares.
Aqualia también informó el lunes de que abastecería con camiones cisterna a los vecinos de los municipios sevillanos de Morón de la Frontera y de Fuentes de Andalucía, igual que hizo el sábado en Écija.
Por su parte, según informó Hidralia, el día 26 de noviembre, tras las pruebas y contra análisis pertinentes de las muestras recogidas, el laboratorio confirmó el valor superior al legislado de benceno, comunicándose "inmediatamente a todas las administraciones y gestores competentes".
Para averiguar el origen de la contaminación, se procedió a recoger muestras de distintos puntos de la ciudad, comprobando que tanto las captaciones propias de pozos como las infraestructuras de gestionadas por Hidralia estaban "libres de contaminación", "estableciéndose el origen en el agua suministrada en alta por" la Agencia de Régimen Especial Ciclo Integral Aguas del Retortillo (ARE-CIAR): el Consorcio de Aguas de Écija.
Asimismo, el Consorcio localizó núcleo del problema del agua en el suministro un reactivo utilizado en el tratamiento de potabilización. El reactivo contaminado dejó de dosificarse el pasado martes día 1 de diciembre tras ser identificado, a partir de lo cual los niveles de benceno a la salida de tratamiento, según el Consorcio, cumplen con lo establecido por la legislación vigente. Con ello, se estimó que en pocos días la situación volvería a la normalidad en todo el sistema de aguas del Plan Écija.
Para controlar la evolución, se están realizando análisis diarios de manera intensiva con el fin de poder llevar a cabo el suministro con todas las garantías, hasta que se decrete el levantamiento de la alerta por parte de la autoridad sanitaria.
A día de hoy, los municipios con el agua declarada apta para el consumo son Arahal, Cañada Rosal, El Rubio, La Campana, Fuentes de Andalucía, Lantejuela, La Puebla de Cazalla, La Luisiana, Marinaleda, Morón de la Frontera y Osuna. El Consorcio ha señalado que los consumidores de estas localidades pueden percibir "cierta turbidez" en el agua corriente por las purgas y el vaciado de redes acometidos en las instalaciones, sin que tal extremo entrañe "ningún riesgo para la salud". Con todo, la declaración de no apta para el consumo humano solo restaría para el agua suministrada en Écija, Herrera, Paradas y Marchena.
