El Mar Caspio, considerado el mayor cuerpo de agua interior del planeta, enfrenta una crisis ambiental de escala monumental. De acuerdo con un estudio internacional liderado por investigadores de la Universidad de Leeds y publicado en la revista Communications Earth & Environment, el nivel del mar está cayendo a un ritmo alarmante debido al cambio climático. Las proyecciones más recientes estiman una disminución del nivel del agua de entre 9 y 21 metros hacia el año 2100, lo que implicaría la pérdida de hasta un 37% de la superficie actual del mar.
El equipo científico se propuso cuantificar con precisión los impactos ecológicos, económicos y sociales del descenso del nivel del Mar Caspio. Para ello:
Analizaron imágenes satelitales entre 2001 y 2024.
Modelaron escenarios de declive en intervalos de 2,5 metros hasta un máximo de 18 metros.
Evaluaron el impacto sobre áreas protegidas, infraestructura humana e importantes hábitats de especies endémicas como el sello del Caspio y el esturión.
Utilizando tecnología de análisis geoespacial y datos batimétricos de alta resolución, los investigadores identificaron áreas vulnerables y midieron la regresión del litoral. En el noreste del Caspio, la línea de costa ha retrocedido más de 56 km desde 2001. El área cubierta por agua en esta zona se redujo en más del 46%, secando ecosistemas clave como la Bahía Komsomol, anteriormente hábitat de muda para focas del Caspio.
Un mar atrapado por el cambio climático
El Caspio, con sus 387.000 kilómetros cuadrados de extensión, es hogar de más de 300 especies endémicas, incluidos los emblemáticos esturiones y el sello del Caspio (Pusa caspica), único mamífero marino residente en la región. Sin salida al océano y alimentado principalmente por el río Volga, este mar ha sido históricamente sensible a los cambios climáticos. Sin embargo, la situación actual, provocada por el calentamiento global, supera con creces cualquier variabilidad natural registrada en siglos anteriores.
El estudio advierte que con solo 5 metros de descenso, más de la mitad de las áreas ecológicas claves quedarían expuestas, secas y, por tanto, inhabitables
Durante las últimas dos décadas, los científicos han observado una disminución continua del nivel del mar a un ritmo de más de 6 centímetros por año, una velocidad 20 veces superior a la del aumento del nivel del mar global. La causa: un cóctel letal de temperaturas en aumento, reducción de las precipitaciones y un incremento de la evaporación. Desde 2001, la costa noreste ha retrocedido más de 56 kilómetros, una pérdida territorial sin precedentes documentada mediante imágenes satelitales.
a) Batimetría del mar Caspio con un datum de −27.5 m respecto al nivel medio del mar global.b) Imagen satelital de NASA Worldview de la región del mar Caspio que muestra la cobertura de hielo típica en invierno en la cuenca norte del Caspio./Court, R., Lattuada, M., Shumeyko, N. et al. Rapid decline of Caspian Sea level threatens ecosystem integrity, biodiversity protection, and human infrastructure. Commun Earth Environ 6, 261 (2025). https://doi.org/10.1038/s43247-025-02212-5.
Pero no solo se trata de tierra y agua. La desaparición del Caspio, tal como hoy lo conocemos, pondría en grave peligro a un conjunto de ecosistemas y especies que no existen en ningún otro lugar del mundo. Las zonas costeras bajas, especialmente en la cuenca norte, son hábitats cruciales para aves migratorias, peces en periodo de desove y para las focas del Caspio, que utilizan las plataformas heladas del norte para reproducirse en invierno.
El estudio advierte que con solo 5 metros de descenso, más de la mitad de las áreas ecológicas claves quedarían expuestas, secas y, por tanto, inhabitables. A 10 metros de bajada, el panorama es catastrófico: hasta el 94% de las áreas marinas protegidas desaparecerían, incluida la totalidad de muchas zonas reconocidas internacionalmente por su valor ecológico, como las EBSAs (Áreas Biológica o Ecológicamente Significativas) y las IMMAs (Áreas Importantes para Mamíferos Marinos).
Regresión costera en el noreste del Mar Caspio/Court, R., Lattuada, M., Shumeyko, N. et al. Rapid decline of Caspian Sea level threatens ecosystem integrity, biodiversity protection, and human infrastructure. Commun Earth Environ 6, 261 (2025). https://doi.org/10.1038/s43247-025-02212-5.
El caso del sello del Caspio es especialmente alarmante. Su zona de cría, hoy localizada en el hielo flotante del norte, podría reducirse hasta en un 81%, afectando gravemente sus tasas reproductivas. Aunque algunos ejemplares han comenzado a desplazarse a islotes recién emergidos, los científicos han registrado una menor densidad de animales y alertan sobre la falta de evidencia de que esta especie pueda adaptarse a la cría en tierra firme.
Infraestructura e industria, en riesgo de quedar varadas
Los efectos del descenso del Caspio no se limitan a la ecología. Más de 15 millones de personas viven en sus márgenes y dependen del mar para subsistir. La pesca, el transporte marítimo, el turismo y la industria energética son pilares económicos para toda la región.
Según los modelos proyectados, infraestructuras clave como puertos, refinerías y terminales de gas quedarían desconectadas del agua en apenas unas décadas. El puerto de Turkmenbashi podría alejarse hasta 16 kilómetros de la costa, mientras que el nuevo puerto ruso de Lagan, todavía en planificación, quedaría 126 kilómetros tierra adentro si el nivel baja 10 metros. En Kazajistán, uno de los campos petroleros más importantes, Kashagan, podría quedar completamente aislado, obligando a realizar obras de dragado que implican enormes costos económicos y ecológicos.
La situación no es más alentadora para el comercio internacional. La única conexión del Caspio con el mar abierto es a través del río Volga, y un descenso de apenas 5 metros comprometería la navegabilidad de este paso, poniendo en jaque millones de toneladas de mercancías que cada año se transportan por esa vía.
Asimismo, las comunidades costeras también se encuentran en situación de riesgo. La pesca artesanal, base de la economía en muchas zonas, especialmente en el norte, enfrenta una extinción inminente. A medida que las aguas retroceden, las especies desaparecen y los caladeros se convierten en desiertos salinos, la subsistencia de miles de familias queda comprometida.
Pero los riesgos no terminan ahí. El fondo del mar, una vez expuesto, puede liberar polvo tóxico cargado de metales pesados y contaminantes industriales acumulados durante décadas, como ya sucedió con el Mar de Aral. Las consecuencias para la salud, especialmente para niños y personas con problemas respiratorios, podrían ser devastadoras.
Frente a este escenario apocalíptico, los autores del estudio proponen un cambio radical en las políticas de conservación. Ya no basta con áreas protegidas fijas; se necesita una planificación dinámica, capaz de anticipar los movimientos de los ecosistemas y adaptarse a ellos. Un enfoque flexible que permita “perseguir” a los hábitats, siguiendo sus desplazamientos conforme el nivel del agua cambia.
Esto implica modificar los marcos legales actuales y promover una cooperación transfronteriza real entre los países caspianos. A pesar de los avances alcanzados bajo el paraguas del Convenio de Teherán, hasta ahora ha primado el interés nacional sobre el ambiental. El estudio urge a unificar esfuerzos y comprometerse con la protección efectiva del Caspio, antes de que el deterioro sea irreversible.