La acción a nivel europeo para prevenir y reducir algunos de los productos químicos más peligrosos que llegan a los cuerpos de agua dulce de Europa ha tenido éxito en las últimas décadas, gracias en gran parte a las normas de la UE. Así lo recoge el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente 'Productos químicos en aguas europeas'. Sin embargo, siguen existiendo dificultades para tratar con el mercurio y los retardantes de llama bromados, y con muchos otros productos químicos nocivos que no han sido priorizados para el monitoreo bajo la Directiva marco de la UE sobre el agua.
El objetivo del informe es mejorar la comprensión sobre qué productos químicos continúan presentando riesgos significativos para el medio ambiente, especialmente cuando están presentes en el agua. También analiza cómo un mejor conocimiento y comprensión pueden ayudar a mejorar los controles para minimizar el daño. El informe ofrece una descripción general de la información sobre los contaminantes utilizados en la evaluación de la calidad del agua según la Directiva Marco del Agua, además de describir algunas de las técnicas más novedosas disponibles para evaluar la calidad del agua.
El informe también sugiere cómo podrían protegerse mejor las masas de agua superficial de Europa de cara al futuro
Los productos químicos son una parte esencial de nuestra vida diaria, y miles de ellos se utilizan a diario. Sin embargo, algunos productos químicos presentan riesgos para las plantas y los animales que viven en el agua, para los animales que se alimentan de ellos y para los humanos. Los químicos en las aguas superficiales pueden llegar de diferentes maneras. Es posible que hayan sido dispersados en el aire, regresando más tarde a la superficie de la tierra con la lluvia o el polvo. También pueden haber sido descargados directamente en el agua de las industrias o en plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas, o empeladas en la agricultura. Los riesgos que presentan algunos productos químicos, como los metales y los contaminantes orgánicos persistentes como el pesticida lindane, han sido reconocidos durante décadas. Sin embargo, los nuevos riesgos que presentan otros productos químicos, como algunos pesticidas o productos farmacéuticos, ya sea solos o en combinación, se identifican constantemente.
Preocupaciones del 'efecto cóctel'
Para una serie de sustancias prioritarias enumeradas en la Directiva Marco del Agua, como el cadmio, el plomo y el níquel, y pesticidas como el clorfenvinfos y la simazina, las medidas europeas para prevenir las liberaciones al medio ambiente han sido eficaces para reducir significativamente su presencia en los cuerpos de agua. Pero el informe de la AEMA advierte que hay muchos más químicos presentes en el ambiente, y se necesita mejor información y conocimiento para saber si presentan un riesgo en lagos, ríos u otras aguas superficiales.
Una preocupación clave involucra a los micro contaminantes y el llamado 'efecto cóctel', donde las mezclas de sustancias químicas individuales que pueden estar presentes individualmente en concentraciones inocuas pueden combinarse y representar un riesgo para la salud. En el medio ambiente, los químicos que entran en las aguas superficiales pueden mezclarse con sales minerales naturales y compuestos orgánicos, así como con nutrientes de aguas residuales, escorrentía agrícola y otras aguas residuales. Las sustancias químicas que se introducen en el agua a partir de las emisiones al aire se agregan a la mezcla. El informe señala que la detección de varios cientos de productos químicos orgánicos en bajas concentraciones en una sola muestra de agua dulce es común, y el nivel de riesgo que eso podría presentar no se comprende aún lo suficiente.
El camino a seguir
El informe también sugiere cómo podrían protegerse mejor las masas de agua superficial de Europa de cara al futuro. Las normas existentes de la UE proporcionan un enfoque flexible para la gestión del agua, pero no reflejan los avances científicos recientes en la evaluación de mezclas. El informe solicita una información más robusta sobre las emisiones de sustancias químicas y la mejora del monitoreo, el modelado y la notificación de fuentes difusas de contaminación, para garantizar que las presiones se entiendan correctamente y que las medidas se puedan enfocar adecuadamente.
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