Un grupo de científicos hará un seguimiento del coronavirus en las aguas residuales de EE.UU.

Investigadores del Centro de Tecnología Sostenible en materia de Agua y Energía (WEST) de la Universidad de Arizona están analizando las aguas residuales para conocer la prevalencia del coronavirus en poblaciones de todo Estados Unidos.

El análisis de la presencia del virus en las aguas residuales de una población sirve para determinar si la población está infectada, incluso si los individuos permanecen asintomáticos. “El análisis de las aguas residuales permite hacerse una idea del número de casos en una población y si ese número aumenta o disminuye”, comenta Ian Pepper, director del Centro WEST y miembro del Instituto BIO5. “Este enfoque permite también saber si una determinada intervención para reducir la transmisión del virus está funcionando”.

Los microbiólogos ambientales han utilizado el seguimiento de las aguas residuales para estudiar los virus patógenos durante décadas, en especial como parte de los esfuerzos para erradicar el virus de la poliomielitis a nivel global.

El Centro WEST está en una posición privilegiada para llevar a cabo el seguimiento del virus causal de la COVID-19 en las aguas residuales, debido a su capacidad analítica y experiencia en investigación con coronavirus. Se ubica junto a la planta depuradora de Pima County.

“Hemos analizado la presencia del virus causal de la hepatitis A, enterovirus y norovirus. Realizamos análisis regularmente para detectar unos 15 virus diferentes en aguas residuales y recicladas para su posterior reutilización”, comenta Walter Betancourt, microbiólogo y profesor del Departamento de Ciencias Ambientales.

La COVID-19 es una enfermedad nueva, por lo que aún queda mucho por saber en cuanto a su transmisión, gravedad, y en qué medida puede propagarse en los EE. UU., según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC).

Un estudio del 2008 llevado a cabo por científicos del Centro WEST midió la supervivencia de coronavirus en aguas residuales (el coronavirus humano 229E, asociado al resfriado común, y un coronavirus felino). Los resultados mostraron que los coronavirus no sobreviven mucho tiempo en las aguas residuales: en dos o tres días se reducen en un 99,9%.

El programa de seguimiento de aguas residuales utilizará métodos moleculares recomendados por el CDC para detectar marcadores genéticos del SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales recogidas antes y después de su tratamiento. Los científicos esperan establecer una correlación entre la concentración viral en las aguas residuales y el número de infecciones registradas para ayudar a las autoridades sanitarias a prepararse para el futuro.

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