El Mar Menor ha sido noticia en los últimos días por la aparición de peces muertos durante el fin de semana. Este episodio ha provocado multitud de reacciones entre las diferentes comunidades afectadas.
Por ese motivo, en iAgua iniciamos un ciclo de entrevistas sobre el estado de la laguna. En él participan distintos expertos y afectados. Hoy hablamos con Mari Feli Fernández, arquitecta, especialista en Hidrogeología e Hidrogeoética ETSAM-UPM y TI SPain_representante del sector del agua. Además, es miembro de un comité científico y técnico de la Región de Murcia para el Mar Menor.
Pregunta - ¿Cuál es la situación actual del Mar Menor?
Respuesta - La situación actual es de una grave crisis ecológica. Se me convocó con carácter de urgencia a una reunión de un grupo científico y técnico este mismo lunes día 14, tras un fin de semana alarmante. No es el Comité de Asesoramiento. Al final de la entrevista pongo unas notas al respecto.
Podría decirse que el Mar Menor esta en la UCI. Ya en 2014 se perdieron hasta el 85% de las praderas marinas y aumentó el número de muertes de invertebrados según estudio del IEO y ANSE. Ahora hemos visto toneladas de peces muertos.
A nivel general, la laguna se encuentra en un proceso de eutrofización (exceso de nutrientes) que se debe a numerosos factores.
El Mar Menor esta en la UCI
P. - ¿Cómo lo está percibiendo la población en primera línea?
R. - Soy murciana, y he tenido la suerte o desgracia de estar esta semana en mi tierra viendo esta “emergencia ambiental”. La gran parte de la población está indignada y piden la aplicación de una posible solución consensuada. Pero la mayor frustración viene cuando no se da una explicación clara. La respuesta que han dado los responsables de la CHS y del Gobierno de Murcia me parece que están poco coordinadas.
P. - ¿Cuáles son las causas que han llevado al actual estado de la laguna? ¿Qué factores han influido en la mortandad de peces que ha sido noticia estos últimos días?
R. - En los últimos años se viene hablando sobre las diferentes causas que han llevado al deterioro del Mar Menor, pero el episodio de la reciente mortandad de peces del pasado fin de semana es lo que lo ha sacado a la opinión pública en esta ocasión. Se ha debido por encontrarse en aguas anóxicas (sin el suficiente oxígeno para que esos peces puedan respirar). Parece que ha sucedido porque las masas de agua en el Mar Menor se han estratificado debido a la gran masa de agua con poca salinidad que ha entrado en corto periodo de tiempo, tras la pasada DANA (gota fría de 2019), formando una capa de agua menos salina en la superficie, y el agua más salina y densa en el fondo. Esa capa del fondo es la que se ha quedado sin oxígeno. Con el viento, la capa de agua superficial se ha movido y ha hecho que la capa anóxica suba, alcanzado a toneladas de peces en una parte de la laguna.
Sin embargo, probablemente esta no es la causa principal de que se haya llegado a esta situación de “emergencia ambiental”, como llamó la Ministra Teresa Ribera, sino tan solo la gota que ha colmado el vaso. El problema del Mar Menor es un problema a nivel científico claramente Hidrogeológico, algo ya dicho en repetidas ocasiones desde el IGME, el prof. J.L. Arostegui, pero a nivel técnico y de gestión es un problema político.
El problema del Mar Menor es un problema a nivel científico claramente hidrogeológico
Son cuatro las causas de su deterioro, todas ellas de equivalente relevancia, y que están contempladas en el Informe Integral sobre el estado ecológico del Mar Menor. Las resumo y complemento:
1) La actividad desarrollada sin control ni mesura en el entorno del Mar Menor: actividades agrícolas, ganaderas, mineras y turísticas en el Campo de Cartagena:
Actividades agrícolas
Desde los años 20 del pasado siglo ha habido un incremento en la explotación agrícola en el Campo de Cartagena con base tradicional. Es a partir de los años 50 cuando el crecimiento se hizo notable y con la llegada del TTS en 1979 que hizo “florecer el desierto” y con ello el aumento en la recarga del acuífero libre y la consiguiente subida de las aguas subterráneas que se descargan con alto contenido en NO3 al Mar Menor, con retornos de riego que pueden llegar hasta 300 mg/L NO3, según datos del prof. E.Custodio en el libro “Una mirada global sobre el Mar Menor”, publicado este mismo año 2019. Europa obliga a que en 2027 no se superen los 50mg de nitratos por litro de agua. La CHS ha ido estableciendo objetivos menos rigurosos para que la agricultura y ganadería pueda ir ajustándose de manera progresiva. Así, si en el Plan 2009-2015 se fijó un objetivo para 2027 de 90mg/l mientras que en el Plan de 2015-2021, el objetivo es de a 200mg/l, de esos 50mg/l que marca la UE.
Son las prácticas agrarias inadecuadas, las grandes dotaciones de agua, los riegos mal planificados y los eventos de fuertes lluvias los que conllevan a conducir el nitrógeno a la zona saturada del acuífero. Hay que tener en cuenta que la agricultura desarrollada en el Campo de Cartagena es referencia internacional, siendo la huerta más tecnificada y con las tecnologías más punteras del mundo, con una universidad trabajando y colaborando en su gran mayoría para que esto haya sido posible. Ese desarrollo agrícola ha traído unas consecuencias, negativas en muchos aspectos, pero también consecuencias muy positivas a nivel Regional y de todo el país. Habrá que intentar evaluar y valorar bien las medidas a tomar al respecto.
Actividades ganaderas
La ganadería intensiva es la principal productora de contaminación: suelo, agua superficial y subterránea, atmósfera, y otras contaminaciones como la paisajística. Tan solo en Fuente Álamo y Torre-Pachecho se estiman casi 680.000 cabezas de porcino, frente a los 16.180 y 35.614 habitantes que tienen respectivamente (51.794), (unas 13 cabezas de porcino por habitante). Estos datos no se han evaluado en ningún informe sobre el problema del Mar Menor. Los purines son los residuos que más carga contaminante tienen y no deben utilizarse de manera directa en lugares hidrogeológicamente vulnerables, como es este caso. El purín aporta como nitratos, fósforo, potasio, cobre y zinc, además de contaminación microbiana, lo que conlleva a fitotoxicidad, intoxicación de animales y eutrofización de las aguas, que es el principal “mal” del Mar Menor. Como consecuencia de los problemas medioambientales que causan los purines, se aprobó la Directiva 91/676/CE para la protección de las aguas continentales de la contaminación producida por nitratos, y que establece un nivel máximo de vertido de nitrógeno al suelo de 50 mg/L. En el apartado anterior se da el dato de nitratos, y es que la actividad agrícola va muy unida a la ganadera. El nitrato acumulado acuífero debe superar las 300000 toneladas, sin contar aquel que está presente en el suelo y en tránsito por la zona no saturada. Son cifras llenas de incertidumbre por la necesidad de mas estudios, sin embargo, muestran el incumplimiento con la Directiva citada y la Directiva Marco del Agua.
Actividades mineras
Desde que en 1991 se cerró la actividad minera de Ag, Pb, Zn, Cu, Fe y Mn en la Sierra de Cartagena-La Unión, la zona explotada ha quedado abandonada. Es un complejo acuífero en el que la hidrología subterránea ha sido muy modificada y sin embargo no hay estudios específicos sobre la relación entre la sierra minera y el Mar Menor. Pero los sedimentos han ido a parar a la laguna.
Actividades turísticas
Los cambios hidrológicos en la laguna hipersalina han sido condicionados por el desarrollo de centros turísicos que ha llevado a un crecimiento urbano descontrolado los últimos 50 años. Un turismo de masas implantado en toda la costa española, como Benidorm, Marbella, … Y por supuesto La Manga del Mar Menor así como las poblaciones que bordean la laguna. Entre 1986 y 2016 la superficie urbana del entorno del Mar Menor aumentó en unas 6.000 hectáreas. Pero ha sido un desarrollo urbano especulativo y sin ningún tipo de planificación, realizado por grandes empresas de diferentes regiones españolas y europeas sin vínculo emocional hacia el Mar Menor. Un desarrollo que a llevado a la transformación total del paisaje y la destrucción de buena parte del patrimonio natural y ecológico. En 1963 sale la Ley de Centros y Zonas de Interés Turístico Nacional, que no es más que un sistema de planificación terriorial propio, al margen de la Ley del Suelo de 1956, y en el que los planes de ordenación urbana preexistentes estaban obligados a adaptarse a las necesidades de los centros turísticos. Los gobernantes lo han permitido y visto con buenos ojos al pensarse que generaba grandes beneficios económicos para las regiones litorales, pero la falta en su planificación ha llevado a un turismo insostenible, cortoplacista y de mala calidad. Este es un tema de especial interés para mí como Arquitecta con formación en hidrogeología y ética en la GIRH.
Esta saturación urbanística de las costas del Mar Menor ha alterado las condiciones naturales del territorio, con infraestructuras o falta de ellas y edificios que en nada tiene que ver con el crecimiento lógico adaptado al lugar tal y como se ha venido haciendo desde el inicio de la civilización y los diferentes cambios sociales. Lo que viene siendo sin Arquitectura a todos los niveles. Un crecimiento urbano con los derrames asociados, llenado de tierras, apertura y dragado de canales en La Manga, construcción de marinas y playas artifiales como Las Encañizadas, la gola del Estacio y Marchamalo. La principal afección sin embargo es la salinidad. En el siglo XIX era de 70 g/L, tratándose de un humedal hipersalino por evaporación y escasa renovación. En la actualidad ha disminuido hasta los 47 a 52 g/L (conductividad eléctrica alrededor de 70 mS/cm), cambio producido principalmente cuando la gola de El Estacio se adaptó para ser accesible para pequeñas embarcaciones, afectando a los flujos de agua, con un El flujo de intercambio de unos 800 hm3/a. El cuerpo de agua está bien mezclado, salvo por la mañana temprano; el viento y la presión atmosférica influyen notablemente (E.Custodio en el libro mencionado antes, Navarro et al. 2019).
Con respecto a los sistemas de saneamiento en esas poblaciones igualmente, sin planificación, o incluso en la mayoría de los casos ni se han hecho. Hace tan solo 2 años que se inauguró la última, varias décadas después. No se tiene la suficiente información sobre la infiltración de vertidos y/o drenajes urbanos en la cuenca del Segura ni en específico en las poblaciones litorales del Mar Menor. Precisamente son las aguas residuales de origen urbano o ganadero una fuente importante de la presencia de fósforo en las diferentes masas de agua. Ya en 2017 se dijo que no había apenas datos para saber el papel que podía jugar el fósforo en las entradas subterráneas al Mar Menor. Pues bien, es precisamente el fósforo el que ha provocado la anioxia el pasado fin de semana derramando el vaso. La entrada de fósforo de la actividad urbana se ha producido mediante arrastre a través de la Rambla del Albujón, que ya parece estar controlado gracias al trabajo en depuración de personas como Joan García. Queda por resolver la entrada de fósforo por la actividad ganadera, y el arrastre por otras pequeñas ramblas que, en episodios de fuertes lluvias, arrastran ese fósforo entre otros contaminantes.
También el desarrollo turístico condujo a la construcción de varias plantas desalinizadoras que se han extendido también para su utilización en la agricultura de regadío intensivo. Estas plantas producen vertidos de salmueras al medio marino. Me informan que esto se ha reducido drásticamente. Es importante que los vertidos se hagan en zonas con un hidrodinamismo medio-alto para la dispersión de la sal, evitar los vertidos en bahías cerradas y sistemas con importante valor ecológico (praderas de angiospermas marinas), evitar cambios importantes en el régimen hidrodinámico (afección en la sedimentación) e intentar que el agua de origen sea de buena calidad para minimizar el tratamiento químico posterior.
Actividades en la laguna
La pesca y otras actividades relacionadas con la actividad turística, como la navegación y los usos recreativos conllevan a vertidos de hidrocarburos y a cambios en la hidromorfología por diversas infraestructuras litorales y la propia fauna local. La pesca es la que se ha visto más afectada por lo sucedido, dejando a los pescadores del Mar Menor sin sustento, no sólo por no poder pescar unos días, sino porque el pescado del Mar Menor se ha visto devaluado y el mercado no lo quiere pensando que puede estar contaminado. Todo un sector de la zona en peligro.
La relación aguas subterráneas y Mar Menor
El Mar Menor es el principal humedal de la CHS, siendo una gran albufera cerrada por una barra arenosa continua (Navarro et al. 2019). La superficie ha pasado de 185 km2 a los 135 km2 actuales (Giménez Casalduero, 2017). Almacena 591 hm3 de agua (Navarro et al. 2019). Como he dicho al inicio de la entrevista, el problema de la laguna hipersalina del Mar Menor es principalmente un problema que necesita del estudio de los cuerpos de agua superficiales y subterráneos y una planificación conjunta, teniendo en cuenta que ambas masas funcionan de manera muy diferente y con periodos de tiempo en el caso de las subterráneas mayores. En este caso tampoco se debieran estudiar por separado ambas masas de agua. Primero porque están apoyadas una sobre otra, con flujos de agua directos. Segundo porque durante decenios la agroindustria ha utilizado conjuntamente las aguas superficiales y subterráneas sin previsión ni planificación de los poderes políticos, con las correspondientes consecuencias en los vertidos. Tercero porque la formación geológica natural del Mar Menor, miles de años atrás, está ligada a la formación de acuíferos. Cuarto, porque ya hay conocimiento previo sobre casos de “crisis ecológica” por no tenerse en consideración las aguas subterráneas y su relación con las superficiales: Doñana, Tablas de Daimiel o la misma Albufera de Valencia que se ha convertido en un sistema completamente distinto. Y quinto, porque de haberse tenido en cuenta a quienes pedían tener en consideración a las aguas subterráneas, quizás no habría sido necesario otros aportes de agua superficiales para el regadío o por lo menos haber estudiado las consecuentes externalidades valorando lo positivo y negativo de diferentes políticas.
A nivel general y sin entrar en especificaciones de situación, se habla de un sistema multicapa en el Campo de Cartagena con los siguientes acuíferos:
- Acuífero superficial libre del Cuaternario: Tiene un espesor medio saturado de unos 50 m y ocupa la práctica totalidad del Campo de Cartagena.
- Tres acuíferos profundos del Plioceno, Messiniense y Tortoniense: De menor extensión y espesor (30 m) y que se supone extendido con carácter confinado, hasta La Manga.
- Acuífero carbonatado Pérmico-Triásico: En Cabezo Gordo. Con un espesor de 90 m y extensión más desconocida.
Las masas de agua subterránea del Campo de Cartagena ya fueron declaradas vulnerables a la contaminación difusa hace casi 20 años, lo cual indica el fracaso por la falta de medidas. Por su conexión hidráulica directa con el Mar Menor se tiene en cuenta el acuífero Cuaternario, lo cual no significa que los otros acuíferos no estén alterados por bombeos. Las entradas al acuífero Cuaternario se cifran en el artículo de Jiménez et al. (2016), en 112 hm3/año, de los que 68 hm3/año (García-Aróstegui et al., 2017) serían salidas laterales fundamentalmente al Mar Menor. Otro tema para mencionar aquí es la desalobración de aguas subterráneas como fuente de contaminación y algo completamente inadmisible. Recomiendo la lectura del artículo de A. Alcolea et al. 2019.
La incertidumbre y falta de datos y cifras con las que todos los interesados puedan trabajar es un reto que abordar de manera urgente. El problema requiere estudios hidrogeológicos de detalle antes de hacer grandes inversiones ya que los volúmenes de agua subterránea y vadosa involucrados son muy grandes y su tasa de renovación es lenta, por ello los objetivos deben de ser a largo plazo (Navarro et al. 2019).
La sobreelevación del nivel freático del acuífero cuaternario motivada por los retornos del regadío.
Con los datos dados anteriormente, la recarga del acuífero Cuaternario es claramente mayor que en régimen natural, lo que ha llevado a una importante subida del nivel freático del acuífero. Por la interrelación explicada antes, la descarga se produce en el Mar Menor y Mar Mediterráneo. La sobreelevación del nivel freático se debe principalmente, según el Informe integral sobre el estado ecológico del Mar Menor, a:
- Los retornos de agua de una producción intensiva en regadío, en la que juega un papel muy importante los aportes de agua externos al sistema. La recarga del acuífero Cuaternario por estos retornos de riego intensivo se estima en 66 hm3/año (Jiménez et al 2016), con los consiguientes retornos por riego con infiltración directa de nutrientes entre 100-300 mg/l según autores ya mencionados anteriormente.
- Los bombeos para riego desde los acuíferos profundos. En la comunicación vertical entre los diferentes acuíferos a través de pozos abandonados y/o mal construidos, se hace una primera estimación de 46 hm3/año de transferencia hacia los acuíferos profundos (Jiménez et al 2016). Al respecto de los pozos, se estima una densidad de 1,2 pozos por km2. Según el IGME, hay registrados oficialmente unos 966 sondeos en el acuífero Plioceno, pero según otros estudios el número de pozos sin registrar puede ser el doble.
Debido a estos factores el nivel freático (2-3 m de profundidad en el litoral) ha sido expuesto a la infiltración directa de nutrientes y salmuera (entre 100 y 300 mg/l).
Importante indicar que sin los recursos de TTS, el acuífero Cuaternario tendría un grave problema de intrusión marina (común en otros acuíferos del litoral español), y los acuíferos inferiores mantendrían descensos muy acusados y, tal vez, estarían cerca del agotamiento (según el informe del Comité Científico).
Las características meteorológicas
Las características meteorológicas son determinantes en el comportamiento hidrológico de la CHS y de la masa de agua del Mar Menor. El Mar Menor es una laguna hipersalina situada en la Región de Murcia y las características meterorologícas son las propias de un clima semiárido, con sequía metereológica prolongada, lluvias torrenciales y altas temperaturas. Unas características meteorológicas que con el cambio global del clima ha hecho que se incrementen y agraven los períodos de sequía y las inundaciones puntuales. Las pasadas gotas frías con graves inundaciones hace tan solo unos años y la reciente DANA han hecho mella en el estado del Mar Menor, con resultados ya vistos, dada la importante entrada de agua dulce y con sedimentos que ha arrastrado en un corto periodo de tiempo. Las escorrentías superficiales por las ramblas desaguan al Mar Menor un volumen anual de 35-40 hm3. En momentos puntuales de torrencialidad aportan una carga contaminante estimada entre 530-4.800 kg NO3/día (datos estimados entre febrero de 2017 a enero de 2018 (según el análisis de vertido cero al Mar Menor). La laguna no ha podido responder al último episodio de inundaciones y sus aguas se han estratificado.
P. - ¿Cree que se podía haber actuado para prevenir esta situación?
R. - Ha pasado lo previsible en cuanto hay sequía, y seguirá pasando.
Sin embargo, hace décadas que se viene alarmando sobre las malas prácticas, hace décadas que se sacan leyes a nivel autonómico, nacional, europeo e internacional para la protección de zonas vulnerables y protegidas. Hace casi 20 años que el Mar Menor dispone de un amplísimo régimen jurídico de protección ambiental y regulación que no se ha cumplido:
- Directiva Marco del Agua Europea,
- Artículo 45 de la Constitución,
- Estatuto de Autonomía,
- Ley de Aguas,
- Regulación por formar parte de la red Ramsar de humedales,
- Como zona especialmente protegida de importancia para él Mediterráneo,
- Regulación por área de protección de fauna silvestre y área de sensibilidad ecológica,
- Regulación por lugar de Interés Ecológico,
- Directiva 81/676CE sobre contaminación de aguas por nitratos de la agricultura,
- Directiva Europea 91/676/CEE y su aplicación RD 261/1996 de protección de aguas contra la contaminación por fuentes agrarias,
- Texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana,
- Regulación Red Natura 2000,
- Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad,
- Legislación por ser paisaje protegido,
- Legislación del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro,
- Directiva 82/843 de conservación de hábitat naturales,
- Ley de Medidas Urgentes del Mar Menor
- Guías PIMA Adapta
Antes de sacar nuevas leyes, sería bueno el ir cumpliendo con lo anterior, acompañándose de más investigación.
Hace ya dos años que se me encargó el apoyo técnico para la redacción de una de las Guías PIMA Adapta 2017 contra riesgo de inundación. Precisamente uno de los casos de estudio fue Los Alcázares. Esa guía aún no se ha presentado y estamos siendo multados durante años por incumplimiento con la UE, parece ser que por cambios de Gobierno Central. Por otro lado, el Gobierno Regional, tras las inundaciones de 2016, reconstruyó la zona de los Alcázares sin tener en cuenta lo que recomendaba, pues entiendo que no son conocedores de ese estudio para poder valorarlo. Se ha comenzado a reconstruir de la misma manera que estaba una población, que por su situación geográfica y falta de planificación urbanística ha crecido al margen de sus características hidromorfológicas. Ahora, ¿se va a volver a reconstruir lo mismo y de la misma manera? ¿El año que viene otra vez? ¿y el siguiente?
P. - ¿Qué medidas serían efectivas para recuperar este ecosistema? ¿Y para evitar que se repita esta situación?
R. - Es un tema muy complejo que he intentado resumir aquí en base a numerosos estudios e informes que he intentado reflejar con la máxima transparencia. Pero la mayor parte está reflejada en el “Análisis de soluciones para el objetivo del vertido cero al Mar Menor proveniente del Campo de Cartagena”. En estos días he visto numerosas medidas de urgencia dada la alarmante situación, que carecían de rigurosidad científica. Un problema de esta magnitud no se puede resolver de un día para otro, ni siquiera en unos meses. Hay que planificar a medio y largo plazo, analizando en detalle las causas y en lo posible, tratar de eliminarlas.Esas causas ya se tienen a nivel general sobre la mesa, pero también he intentado indicar aquí la enorme laguna que queda en el conocimiento de las aguas subterráneas por falta de medios en investigación y personal cualificado. El Mar Menor no se podrá proteger sino se protegen las subterráneas (dicho por diferentes hidrogeólogos como J.L. Arostegui y otros expertos). Se requiere de una planificación combinada en la gestión integral de las masas de aguas superficiales y subterráneas, tanto en cantidad como calidad.
Hace ya mucho tiempo que se consiguió la restauración del río Segura. Recordemos que era una cloaca a cielo abierto a su paso por la ciudad de Murcia. 4 tesis doctorales y 10 años de trabajo serio y conjunto consiguió hacer del rio Segura un rio limpio donde se crían nutrias, galardonado y reconocido a nivel internacional. Este es un ejemplo de que se pueden hacer bien las cosas y una fuente de optimismo de que el Mar Menor se puede recuperar con voluntad.
Habrá que evaluar las externalidades que tengan las medidas que se tomen intentando minimizar el impacto en los diferentes actores. Para ello hay que estudiarlo con reposo y darle muchas vueltas con un equipo interdisciplinar y bien coordinado. La clase política debe de evaluar bien todo y no encasillarse al lado de unas posturas o de las opuestas de manera precipitada, porque eso es lo que se ha hecho durante varias décadas y ha llevado a esta crisis, en el cada uno de los interesados ha hecho lo que ha querido. Habrá que estudiarlo con detalle y reposo, darle muchas vueltas, con soluciones que puedan ir adaptándose gradualmente por los agentes implicados.
P. - ¿Qué organismos cree que deberían implicarse en solucionar el problema del Mar Menor?
R. - Los mismos que con otras crisis ecológicas, como el Prestige (que tuvo un único culpable), los incendios forestales de este verano en Canarias, … es decir TODOS. A los principales culpables del deterioro no se les ha exigido aquello tan repetido de “el contamina paga”. La Comunidad Autonóma de la Región de Murcia y el Estado Central mediante la CHS, es bueno que se coordinen de la manera más eficaz posible para la recuperación del Mar Menor (la mayor laguna salina de Europa y de un enorme interés ecológico y social), algo en lo que parece que se está trabajando. También deberían involucrarse los actores de la sociedad civil mediante todos los mecanismos de transparencia posibles.
Notas añadidas por la entrevistada a posteriori de la publicación de esta entrevista
Dada la problemática y gravedad actual en la zona, considero importantes las siguientes aclaraciones:
- Es el Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, de la Región de Murcia, un grupo con grandes científicos, el que lleva trabajando años en el tema, y de los cuales he sugerido entrevistar. El resultado de su trabajo es el “INFORME INTEGRAL SOBRE EL ESTADO ECOLÓGICO DEL MAR MENOR” de 2017 y que tomo como referencia, así como el “ANÁLISIS DE SOLUCIONES PARA EL OBJETIVO DEL VERTIDO CERO AL MAR MENOR PROVENIENTE DEL CAMPO DE CARTAGENA” , porque es con lo que las Administraciones están trabajando.
- Complemento datos con aportaciones de otros trabajos de interés como el libro “UNA MIRADA GLOBAL SOBRE EL MAR MENOR” de Teresa M. Navarro Caballero como Directora, y otros grandes científicos como coautores (2019); el Proyecto “ASPECTOS HIDROLÓGICOS, AMBIENTALES, ECONÓMICOS, SOCIALES Y ÉTICOS DEL CONSUMO DE RESERVAS DE AGUA SUBTERRÁNEA EN ESPAÑA: MINERÍA DEL AGUA SUBTERRÁNEA EN ESPAÑA” (MASE, 2015) y el Informe SASMIE (2017), ambos de E. Custodio. Por otro lado, aportaciones propias (desde el respeto y mi humildad) tras experiencias en la zona como los trabajos:
-“ANÁLISIS ACADÉMICO DEL PLAN HIDROLÓGICO DE LA DEMARCACIÓN HIDROGRÁFICA DEL SEGURA 2015-2021 A LA LUZ DE MODERNOS CONCEPTOS DE LA CIENCIA DE LOS RECURSOS DEL AGUA”, realizado con la Real Academia de Ciencias y la F. Botín, público para su descarga en ambas webs, del que soy coautora; y del correspondiente artículo científico: Aldaya, M. M., Custodio, E., Llamas, R., Fernández, M. F., García, J., & Ródenas, M. Á. (2019). An academic analysis with recommendations for water management and planning at the basin scale: A review of water planning in the Segura River Basin. Science of The Total Environment, 662, 755-768.
-Estudio del Caso Práctico de los Alcázares frente a las inundaciones hace dos años, del cual presentaré un Poster en Congreso Científico próximamente.
- Tratándose de una entrevista, no redacto en forma de artículo científico, pero si que he intentado reflejar todas las fuentes, trabajos y sus autores, intentando hacer un resumen breve y de fácil comprensión en la lectura para la ciudadanía, de lo que hay hasta ahora, y lo que parece que faltaría.
- Hay diferentes grupos de trabajo científicos, técnicos, juristas, … asesorando, o trabajando en la zona, así como personas en el mundo de la investigación o sociedad civil muy válidas, con opiniones diversas que pueden y están aportando (o intentando aportar) su conocimiento (las cuales también he sugerido sus nombres).
- Agradezco las críticas constructivas que diferentes personas me han hecho a título personal, así como a iAgua y su redactora jefe, Águeda García de Durando por el interés hacia la problemática con el Mar Menor y todos los problemas relacionados con el agua.