Connecting Waterpeople

Un nuevo proceso electrolítico en aguas residuales degrada los microplásticos en su origen

  • nuevo proceso electrolítico aguas residuales degrada microplásticos origen
    (Fuente: INRS).

Las aguas residuales pueden transportar altas concentraciones de microplásticos al medioambiente, una pequeñas partículas de menos de 5 mm que pueden proceder de nuestra ropa, normalmente en forma de microfibras.

Un equipo de investigación de L'Institut national de la recherche scientifique (INRS) dirigido por el profesor Patrick Drogui ha desarrollado un proceso de tratamiento electrolítico de las aguas residuales que degrada los microplásticos en su origen. Se trata de la oxidación electrolítica, un proceso que no requiere la adición de productos químicos. "Mediante el uso de electrodos, generamos radicales hidroxilos (-OH) para atacar los microplásticos. Este proceso es respetuoso con el medio ambiente porque los descompone en moléculas de CO2 y agua, que no son tóxicas para el ecosistema", explica el investigador. Los electrodos utilizados en este proceso son más caros que los de hierro o acero, que se degradan con el tiempo, pero pueden reutilizarse durante varios años.

El profesor Patrick Drogui señala que actualmente no hay métodos de degradación establecidos para tratar este contaminante durante el tratamiento de las aguas residuales. Si bien ya existen algunas técnicas, estas suelen implicar la separación física como medio de filtrar los contaminantes. Además, estas tecnologías no los degradan, lo que requiere un trabajo adicional para gestionar las partículas separadas.

Un tratamiento eficaz

Respecto al nuevo proceso electrolítico, el profesor Drogui prevé el uso de esta tecnología a la salida de las lavanderías comerciales, una fuente potencial de liberación de microplásticos al medioambiente: "Cuando estas aguas de lavanderías comerciales llegan a la depuradora, se mezclan con grandes cantidades de agua, los contaminantes se diluyen y, por tanto, son más difíciles de degradar. Por el contrario, al actuar en la fuente, es decir, en la lavandería, la concentración de microplásticos es mayor (por litro de agua), por lo que es más accesible para la degradación electrolítica", explica el especialista en electrotecnia y tratamiento de aguas.

Las pruebas de laboratorio realizadas con agua contaminada artificialmente con poliestireno mostraron una eficacia de degradación del 89%. El equipo tiene previsto pasar a los experimentos con agua real. "El agua real contiene otros materiales que pueden afectar al proceso de degradación, como carbonatos y fosfatos, que pueden atrapar radicales y reducir el rendimiento del proceso de oxidación", afirma el profesor Drogui, director científico del Laboratorio de Electrotecnias Ambientales y Procesos Oxidativos (LEEPO).

Si la tecnología demuestra su eficacia en agua de lavandería comercial real, el grupo de investigación tiene previsto realizar un estudio para determinar el coste del tratamiento y la adaptación de la tecnología para tratar mayores cantidades de aguas residuales. Dentro de unos años, la tecnología podría implantarse en las lavanderías.

Puedes leer la noticia completa en Smart Water Magazine.

 

La redacción recomienda