Los ecosistemas más secos de la Tierra son extremos: pueden ser extensiones de arena ardientemente calientes como el desierto del Sahara o extensiones de hielo tremendamente frías como las de Groenlandia y la Antártida. En particular, estas regiones áridas reciben muy poca precipitación anual y los efectos del cambio climático en estos ecosistemas son poco conocidos.
Ahora, una asociación entre la NASA y Qatar Foundation tiene como objetivo abordar el estudio de estos ecosistemas, y rebuscará la cada vez más escasa agua enterrada en los desiertos del Sáhara y la Península Arábiga, con tecnología radar que ya se usa en Marte.
Muchos acuíferos en los desiertos del norte de África y la Península Arábiga, entre otros, se están agotando rápidamente para satisfacer las necesidades de las comunidades locales, y este estudio permitirá ayudar a las comunidades que se ven afectadas por los cambios extremos en estas regiones.
El proyecto Orbiting Arid Subsurfaces and Ice Sheet Sounder (OASIS) consiste en el diseño de una misión satelital para sondear las dunas de arena y las capas de hielo de algunos de los lugares más secos de la Tierra, empleando tecnología de radar similar a la utilizada por el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA.
Con esta herramienta, los científicos podrán descubrir y monitorear las fuentes subterráneas de agua dulce y estudiar cómo se originaron esos acuíferos y cómo se mueve el agua subterránea debajo de los desiertos a través de un complejo sistema de fracturas del subsuelo que se extienden como una telaraña. Los datos recopilados en el proceso ayudarían con la gestión de los acuíferos.
Esta ilustración muestra cómo sería un satélite con un instrumento de radar propuesto para la misión. (Imagen: NASA / JPL-Caltech)
La comunidad científica está entusiasmada con esta misión. OASIS sería el primer radar espacial diseñado específicamente para detectar directamente agua subterránea en la Tierra", expuso James Graf, director de Ciencias y Tecnología de la Tierra en el Jet Propulsion Laboratory, en un comunicado.
Los investigadores del proyecto también planean estudiar la topografía de la tierra debajo de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida para determinar propiedades tales como el grosor de la capa de hielo y las vías por las que el hielo fluye hacia el océano. Esta información podría además alimentar modelos de respuestas actuales y futuras de la capa de hielo al cambio climático.
Comprender los cambios en la Tierra para asegurar la sostenibilidad hídrica
En una encuesta decenal, que identificó las áreas de interés de las ciencias de la Tierra entre 2017 y 2027, las Academias Nacionales de Ciencias señalaron que obtener una mejor comprensión de estas regiones áridas era una de varias prioridades en la comunidad científica.
Los desiertos cálidos y fríos están respondiendo a los cambios climáticos expandiéndose y encogiéndose, respectivamente, explicó Essam Heggy, investigador principal de OASIS y científico jefe y director del programa de investigación del Programa de Ciencias de la Tierra en QEERI. "El estudio de las fuerzas que impulsan estas transformaciones nos dará una idea de la evolución de los desiertos en la Tierra", añadió.
Al mismo tiempo que muchas regiones se secan, los acuíferos de las regiones costeras se ven amenazados por el aumento del nivel del mar, causado por el derretimiento de las capas de hielo en lugares como Groenlandia. Si el agua salada de la subida del nivel del mar contamina el agua dulce de los acuíferos, afectaría no solo al agua potable, sino también a la agricultura regional y la seguridad alimentaria. Es por ello que el objetivo secundario del proyecto es comprender mejor cómo el derretimiento de las capas de hielo contribuye al aumento del nivel del mar.
Marc Vermeersch, director ejecutivo del Instituto de Investigación de Energía y Medio Ambiente de Qatar, sostiene que la seguridad del agua se está convirtiendo en un problema global para un número creciente de países alrededor del mundo y más allá de las llamadas regiones áridas, es por lo que la importancia de este proyecto reside en proporcionar a toda la comunidad científica una herramienta innovadora que permita brindar respuestas clave en el campo, respalde el proceso de toma de decisiones en términos de recursos hídricos y pueda ayudar a identificar vías para asegurar acceso al agua para las poblaciones.
