El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Huelva, Francisco Baluffo, ha informado de la decisión de Aguas de Huelva —en la que el PP tiene mayoría de voto— de incrementar las tarifas del servicio de agua que, según aseguran los grupos de la izquierda, supone «una subida del agua sin precedentes» en la capital. Esta decisión ha provocado una oleada de reacciones entre los principales grupos políticos de la ciudad, marcando un nuevo capítulo en la política local sobre la gestión de recursos básicos.
Baluffo ha detallado que la subida, cuyas tarifas deberán ser aprobadas definitivamente en el próximo pleno, supone un aumento medio del 28% en el abastecimiento de agua para la capital, con un impacto directo en el uso doméstico, donde el precio se elevará un 20% y afectará a 66.698 hogares. Esto representa unos 100 euros adicionales por familia cada año. Además, recordó que en octubre ya se había aplicado un incremento del 40% en la factura de bares y peluquerías, sumando 50 euros más al mes.
Baluffo ha detallado que la subida aprobada supone un aumento medio del 28% en el abastecimiento de agua para la capital
En este sentido, el PSOE local ha lanzado fuertes acusaciones contra la alcaldesa de Huelva, tildando la subida de «una verdadera estafa» a los onubenses, pues esta sería su «octava subida de impuestos y tasas públicas en solo once meses», en palabras de Francisco Baluffo. Según el partido, la medida demuestra una falta de gestión eficiente y una carga desproporcionada sobre los ciudadanos en un momento de presión económica creciente.
Por otro lado, Izquierda Unida en Huelva también expresó su descontento, lamentando que la subida del precio del agua será una carga más para los bolsillos de los ciudadanos, lo cual consideran inaceptable en el contexto actual. La concejal de la Izquierda de Huelva en el Ayuntamiento de la capital, Mónica Rossi, declaró ayer que, con esta política, Aguas de Huelva aumentaría sus ingresos en casi dos millones de euros, según las previsiones.
El Ayuntamiento asumirá «el 70% del incremento»
La subida del precio del agua, que será efectiva este mes, ha sido descrita por el Ayuntamiento de Huelva como una medida «obligatoria» que responde a la necesidad de ajustar los costes de operación y mantenimiento del servicio hídrico como «consecuencia del incremento en un cien por cien del precio del agua aplicada por la demarcación Tinto-Odiel-Piedras, que llevaba 11 años congelado». A pesar de la naturaleza de la medida, el Ayuntamiento ha asegurado que asumirá el 70% del incremento, con el objetivo de mitigar el impacto sobre los ciudadanos, mientras que el otro 25% lo harán los mayores consumidores, es decir, la industria o las grandes superficies comerciales, y que, de esta forma, el 5% restante «significará un incremento de 1-1,5 euros al mes en el recibo medio».
El debate sobre el aumento del precio del agua se extiende más allá de las preocupaciones económicas, tocando puntos clave sobre la gestión de recursos naturales y la responsabilidad gubernamental. Mientras el Ayuntamiento defiende la necesidad de la medida para mantener la sostenibilidad del servicio, la oposición argumenta que se trata de una decisión que refleja una desconexión con las realidades de los ciudadanos de a pie.
