Connecting Waterpeople
Contenido premium

Los regantes andaluces impulsan la eficiencia hídrica y energética frente al déficit de agua

Feragua aborda el desafío del déficit hídrico y el cambio climático en la agricultura andaluza

Nuevo Regadío Forum 2024, que se desarrolla del 17 al 20 de junio de manera online, ha celebrado hoy su segunda jornada, centrada en la eficiencia en el uso del agua y la energía, aspectos fundamentales para la sostenibilidad del regadío en España.

Gracias a los patrocinadores del evento (Prefabricados Delta, Saint-Gobain PAM, IRTA, ATL, ACCIONA, LabFerrer, Molecor, Vector Energy, Hidroconta y unregadíomásseguro), el foro ofrecerá una serie de ponencias que abordarán temas cruciales como la eficiencia, sostenibilidad, modernización y digitalización del regadío, con la participación de destacados expertos.

En este segundo día, expertos en el sector han presentado soluciones innovadoras para el transporte y almacenamiento eficiente del agua, así como el uso de energías renovables en el riego. Uno de estos expertos ha sido Francisco Carrasco, responsable técnico en FERAGUA, con quien hemos viajado a Andalucía para analizar la gestión del recurso hídrico en Andalucía y su impacto en la eficiencia del sector agroalimentario. En este sentido, Francisco Carrasco ha explorado las estrategias y prácticas que se están implementando para optimizar el uso del agua en una región clave para la agricultura en España, destacando cómo estas iniciativas contribuyen a la sostenibilidad y eficiencia del sector. «El sector agroalimentario en Andalucía es uno de los pilares de la economía de la comunidad autónoma y referente a nivel nacional», ha apuntado.

Francisco Carrasco ha comenzado su intervención destacando la fluctuante disponibilidad de agua en las principales cuencas de Andalucía, señalando un notable aumento en el volumen de agua embalsada desde octubre de 2023 hasta abril de 2024, cifras que son esenciales para entender las capacidades actuales de almacenamiento y su impacto directo en la agricultura, una de las principales actividades económicas de la región.

En Andalucía seguimos con un déficit hídrico estructural que supera los 400 hm3, según la planificación hidrológica vigente

Adentrándose en los problemas existentes, Carrasco ha destacado los desafíos impuestos por el cambio climático, como la reducción significativa en las precipitaciones y los aportes hídricos a las cuencas, que han llevado a una reducción promedio del 3,43% en las precipitaciones y un descenso del 7,22% en los aportes hídricos desde mediados del siglo XX: «En la actualidad, en Andalucía tenemos más de 400 hectómetros cúbicos de déficit hídrico, y ese déficit no se va a reducir, sino que se va a ampliar por los efectos del cambio climático», ha señalado. Además, ha subrayado la creciente problemática de la garantía de agua, las recurrentes sequías históricas y el deterioro de las masas de agua, tanto de las masas agua superficiales como las subterráneas, que ahora muestran un estado preocupante con más de la mitad en condiciones no óptimas. «En Andalucía seguimos con un déficit hídrico estructural que supera los 400 hm3, según la planificación hidrológica vigente».

Junto a estos problemas ambientales, Carrasco también ha señalado los desafíos operativos y económicos como las pérdidas de suelo por erosión y las restricciones medioambientales impuestas por nuevas leyes como la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE. Además, ha abordado el alto costo combinado del binomio agua y energía, crucial para el riego pero cada vez más oneroso y limitante para los agricultores: «En los últimos años el regadío de Andalucía se ha modernizado y hablar de agua hoy en día es hablar de energía, y venimos sufriendo los costes disparados de energía y un IVA de 21% cuando en otros países de la UE tienen un IVA reducido», ha dicho.

Ante estos desafíos, Carrasco ha propuesto una serie de soluciones y estrategias destinadas a mejorar la sostenibilidad del agua en la agricultura andaluza. Entre ellas, destacó la necesidad de construir nuevas infraestructuras hídricas y buscar nuevos recursos hídricos complementarios. También ha abogado por la modernización de los sistemas de riego y la digitalización del regadío, que no solo optimizarían el uso del agua, sino que también mejoraría la eficiencia del sector. «Estamos trabajando para que la mayoría de las comunidades de regantes se puedan sumar al carro de la digitalización, clave tras la modernización del regadío, con el objetivo de ser cada vez más eficientes y transparentes en el uso del agua».

La visión de Francisco Carrasco para el futuro inmediato incluye la integración de tecnologías avanzadas y la cooperación entre los diversos actores del sector agroalimentario. «La apuesta decidida por infraestructuras hídricas resulta fundamental. Es importante que se retome la aprobación de un Plan Hidrológico Nacional», ha concluido. A modo de conclusión, ha señalado la necesidad de que, desde todos los sectores, se avance en divulgar la vital función de la agricultura de regadío en la sociedad para acercar la agricultura a las generaciones más jóvenes para que se produzca el relevo generacional necesario, que garantice la continuidad del sector agroalimentario en Andalucía.