Millones de personas en Mozambique, Malawi y Zimbabwe hacen frente actualmente a las consecuencias del ciclón Idai. En este contexto, la escasez de agua ocupa un segundo plano.
Sin embargo, ambas circunstancias tienen en común la dificultad para acceder al agua potable, un problema que la ESA considera de primera magnitud. En este sentido, ya sea por inundaciones o por falta del recurso, los satélites pueden ser una ayuda fundamental.
Gracias a los satélites, hoy podemos comprender y medir mejor que nunca los procesos que impulsan el ciclo del agua, y el impacto que el cambio climático y la actividad humana tienen sobre ella. Los satélites permiten además medir y monitorizar, por ejemplo, la forma cambiante de los lagos, embalses y ríos para implementar estrategias de mitigación.
Alrededor del 70% del agua dulce extraída se usa solo para la agricultura. Los satélites, como la misión SMOS de la ESA y los Centinelas de Copernicus, brindan información clave sobre la humedad del suelo y la salud de los cultivos, y esta información se puede utilizar para mejorar la eficiencia de las prácticas de riego.
Gracias a los satélites, hoy podemos comprender y medir mejor que nunca los procesos que impulsan el ciclo del agua
Los datos de la misión Sentinel-2 son clave para el Servicio de Monitoreo de la Tierra de Copernicus, que proporciona información geográfica sobre la cobertura de la tierra y sus cambios, el uso de la tierra, el estado de la vegetación, el ciclo del agua y las variables de energía superficial para una amplia gama de usuarios en todo el mundo.
Otras organizaciones utilizan datos satelitales a través plataformas, como el Observatorio Blue Dot de EOResearch Synergise, para que los usuarios tengan fácil acceso a la información necesaria para monitorizar los cuerpos de agua cambiantes.
Los satélites como Copernicus Sentinel-1, Sentinel-2 y CryoSat de la ESA también se pueden emplear para monitorizar los cambios glaciales, que tiene un impacto real en los suministros de agua aguas abajo.
Vivimos en tiempos ambientales difíciles, pero también contamos con oportunidades como en ningún otro momento en la historia. En este escenario, la tecnología satelital se puede utilizar para compartir información con el mundo para el bien de la sociedad en general.
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