Una investigación de la Universidad de Ryerson publicó recientemente un informe titulado: “Definición de descarga para uso en alcantarillado”, donde se incluye la prueba de 101 productos de un solo uso, de los cuales 23 están etiquetados como "desechables" por el fabricante.
Los resultados mostraron que ni una sola toallita fue capaz de desintegrarse o dispersarse de manera segura a través del sistema de alcantarillado, lo que puede tener un impacto negativo en las tuberías, en la infraestructura de alcantarillado municipal y, en consecuencia, en el medio ambiente.
Esta investigación confirma de manera concluyente lo que la industria ya sabía: que las toallitas de un solo uso, incluidas las toallitas de limpieza y pañales, no se pueden arrojar al inodoro de forma segura, ni siquiera las que se etiquetan como "desechables".
Barry Orr, el jefe de la investigación, aseguró que este estudio "llevará a imponer regulaciones más estrictas para el etiquetado de productos. La práctica actual es engañar a los consumidores y crear daños en muchos niveles. Este estudio es un paso importante hacia la regulación de los fabricantes para cambiar sus empaques"
Los resultados mostraron que ni una sola toallita fue capaz de desintegrarse o dispersarse de manera segura a través del sistema de alcantarillado
Nick Reid, director ejecutivo de Ryerson Urban Water, añadió en este sentido que "las ciudades saludables dependen de estrategias de agua urbana sanas, y todos desempeñamos un papel vital en este ecosistema tan delicado"
Para probar la capacidad de descarga de las muestras, los investigadores crearon un modelo de trabajo con un sistema de tuberías de una casa estándar, desde el inodoro hasta el alcantarillado, incluyendo las diferentes pendientes y curvas que estas pudieran tener.
Después, probaron cada toallita según las especificaciones de la industria de aguas residuales para la limpieza del inodoro. Los hallazgos del informe mostraron que ninguna de las muestras de toallitas se desintegró o se dispersó lo suficiente como para pasar con seguridad por el sistema de alcantarillado sin el riesgo de que se obstruyan o causen daños a la infraestructura.
Las toallitas de un solo uso, incluidas las toallitas de limpieza y pañales, no se pueden arrojar al inodoro de forma segura
La eliminación inadecuada de estos productos de un solo uso tiene enormes impactos, no solo en las casas particulares, sino también en los municipios. Entre 2010 y 2018, la Ciudad de Toronto registró casi 10.000 llamadas por año debido a los "bloqueos de sistemas de alcantarillado" relacionados con factores tales como la eliminación de materiales no desechables en los inodoros domésticos.
Además, el Grupo de Uso de Alcantarillado de Aplicación Municipal ha estimado que en Canadá se gastan unos 250 millones de dólares al año anuales para operaciones y mantenimiento relacionados con las obstrucciones de tuberías, debido a arrojar al inodoro toallitas y otros materiales no desechables.
Muchas de estas toallitas también contienen fibras sintéticas, incluidos los plásticos, que pueden introducirse en vías fluviales, dañando los sistemas de agua y la vida silvestre. Esto ocurre con mayor frecuencia cuando la infraestructura municipal obstruida provoca desbordamientos y derrames en las vías fluviales locales.
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