Wallace Smith Broecker, veterano profesor e investigador de la Universidad de Columbia, falleció el pasado 18 de febrero, a la edad de 87 años, en Nueva York.
Famoso por hacer del término "calentamiento global" un uso común, Broecker, que nació en Chicago en 1931, se unió a la Facultad de Columbia en 1959, pasando la mayor parte de su tiempo en el laboratorio de la universidad en Palisades.
En 1975 escribió un artículo que predijo el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera y cómo ésta conduciría a un calentamiento pronunciado.
Más tarde se convirtió en la primera persona en reconocer lo que él denominó como "banda transportadora oceánica", una red global de corrientes que afecta desde la temperatura del aire a los patrones de lluvia.
En la banda transportadora oceánica, el agua fría y el agua salada funcionan como un émbolo, que conducen una corriente oceánica desde las cercanías de América del Norte hasta Europa. Las aguas cálidas superficiales que soporta la corriente, ayudan a mantener un clima suave en Europa, ya que de lo contrario, Europa se congelaría con temperaturas de -7 grados centígrados y ciudades como Londres podrían tener el clima de poblaciones cercanas al Círculo Polar Ártico.
Broecker aseguró en sus estudios que el transportador es el "talón de aquiles del sistema climático" y un fenómeno frágil que puede cambiar rápidamente de manera inexplicable. Además, aseguró que es posible que el calentamiento provocado por la acumulación de gases de efecto invernadero sea suficiente para afectar a las corrientes oceánicas.
Vivimos en un sistema climático que puede saltar abruptamente de un estado a otro
El investigador popularizó la idea de que esto podría ser un punto de inflexión del cambio climático y comunicó a los responsable políticos y a la opinión pública la posibilidad de cambios climáticos abruptos.
Así, en 1984, le dijo a un subcomité de la Cámara de Representantes que la acumulación de gases de efecto invernadero justificaba un "esfuerzo nacional nuevo y audaz destinado a comprender el funcionamiento de los reinos de la atmósfera, los océanos, el hielo y la biosfera terrestre".
"Vivimos en un sistema climático que puede saltar abruptamente de un estado a otro", dijo Broecker a Associated Press en 1997. "Al arrojar a la atmósfera enormes cantidades de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles, estamos realizando un experimento que podría tener efectos devastadores".
Como recomensa a sus esfuezos y a sus estudios sobre cambio climático, Broecker recibió en 1996 Medalla Nacional de la Ciencia y formó parte de la Academia Nacional de Ciencia. También se desempeñó como coordinador de investigación de Biosphere 2.
"Sus descubrimientos fueron fundamentales para interpretar la historia climática de la Tierra", dijo el profesor Michael Oppenheimer de la Universidad de Princeton. "Ningún científico fue más estimulante para involucrarse: era un instigador de buena manera, estaba dispuesto a presionar ideas impopulares, como partículas de lofting para compensar el cambio climático. Pero siempre fue una conversación bidireccional, nunca aburrida, siempre educativa. Lo extrañaré ".