Conectividad LoRaWAN, un aliado imprescindible para proyectos IoT y la digitalización del agua
La sociedad actual se encuentra inmersa en un proceso global de transformación digital que abarca desde acciones cotidianas individuales hasta la gestión de grandes infraestructuras públicas que afectan a grandes colectividades, todas ellas sectorizadas y con elevados niveles de especialización en cuanto a su gestión. Este proceso, que persigue la optimización y racionalización del uso de recursos cada vez más debilitados, se sustenta en los grandes avances tecnológicos que se han desarrollado en los últimos años y que ofrecen un abanico de posibilidades tan grande que a su vez genera un nuevo reto, identificar las soluciones óptimas para cada problema.
Todo proceso de digitalización de infraestructuras se compone, a grandes rasgos, de tres bloques bien diferenciados: la captación de datos a través de sensores con o sin capacidad de actuación, la transferencia de información a través de sistemas de telecomunicaciones y la gestión de esa información en plataformas de tratamiento y análisis de datos. Cada uno de ellos, un mundo en sí mismo.
Hoy, quiero poner el foco en la transferencia de información mediante sistemas de telecomunicaciones y, más concretamente, en las posibilidades y ventajas que aporta la tecnología LoRaWAN, diseñada y pensada específicamente para dar servicio a determinados dispositivos que por su funcionalidad y características requieren, para su optimización, de un tipo de conectividad muy específica.
Hablamos, dentro del marco del ciclo integral del agua, de elementos como los contadores inteligentes, sensores de medición de calidad del agua, medidores de consumos energéticos y otros tantos tipos de sensores de los que se espera que periódicamente nos faciliten la información que han ido recogiendo. Elementos estos que, en muchas ocasiones, por la naturaleza del recurso que trabaja (agua) o su emplazamiento alejado de conexión eléctrica, están condicionados y su operativa depende de componentes como las baterías, de las que se espera que aporten el máximo servicio posible con el menor dimensionamiento y coste. Por todo ello, la optimización de este tipo de elementos requiere de tecnologías que maximicen su utilidad y, sin duda alguna, LoRaWAN es una tecnología que, por sus características, produce un consumo mínimo de energía, maximizando así la utilidad de las baterías.
LoRaWAN es una tecnología que, por sus características, produce un consumo mínimo de energía maximizando la utilidad de las baterías
Además de las ventajas técnicas, existen otra serie de beneficios que la implantación de redes LoRaWAN producen y que veremos un poco más adelante, pero que son importantes y también se deben considerar.
En la actualidad, el debate ya no es tanto si una tecnología sí o si otra tecnología no, sino que se trata de dónde y para qué una tecnología y dónde y para qué la otra. En la complementariedad seguramente está el éxito, pues al fin y al cabo se trata de alcanzar mayores cotas de eficiencia, siendo lo más eficiente posible para alcanzar ese objetivo.
Se entiende como vertical, aquella solución de un ramo expreso… vertical de agua, vertical de residuos, energía, etc. Pues bien, seguramente para cada una de ellas y en sus diferentes tramos o procesos, habrá soluciones a aplicar para su optimización con elementos hardware que tienen diferentes necesidades de conectividad, ahí es donde se entiende que debe primar el principio de proporcionalidad y aplicar la mejor tecnología en cada caso de uso, la más eficiente y rentable.
Un ejemplo de la necesidad de compatibilizar las tecnologías existentes lo vemos, sobre todo a nivel software, en el gran trabajo que se está realizando por establecer como precepto básico la interoperabilidad de los sistemas. Todo debe poder conectarse con todo, para así aprovechar las virtudes de cada solución/diseño y alcanzar el objetivo marcado, maximizando la utilidad de cada elemento. Insisto, se trata de ser eficientes en las actuaciones para alcanzar la máxima eficiencia en los procesos.
Cierto es, que cada tecnología tiene sus propios condicionantes y sus propias ventajas, unas respecto de las otras. En este sentido, seguramente a nivel de telecomunicaciones, era más sencillo contar con tecnologías que aprovechaban infraestructuras ya existentes, por lo que, en principio, disponíamos de la ventaja de una menor inversión inicial. También es cierto que los proyectos debían acomodarse a esa infraestructura ya creada. Por contra, LoRaWAN requería de una cierta inversión para estar disponible, encareciendo así los proyectos en su fase inicial, pero en su favor hay que señalar que las redes que se creaban, se desplegaban en base al proyecto al que venía a dar servicio, por lo que, a priori, estaría más adaptada que las otras para el fin que se perseguía y los costes globales de la conectividad del proyecto eran mínimos a medio y largo plazo.
Debe primar el principio de proporcionalidad y aplicar la mejor tecnología en cada caso de uso, la más eficiente y rentable
Ante esta situación, y desde un punto netamente económico, seguramente los proyectos más favorables para LoRaWAN eran aquellos donde interesaba “cargar” el CAPEX y minimizar el OPEX. En otros casos, seguramente diluir los costes en el OPEX eliminando el CAPEX encontraban en otras tecnologías su respuesta ideal.
Otro de los aspectos que quizás penalizaba a la hora de decidirse por infraestructuras LoRaWAN era la falta de especialización en la gestión de las redes una vez implantadas; gestión que debían hacer empresas que seguramente no contaban con personal especializado en ello, o que disponer de esta cualificación no era todo lo rentable que se pudiera desear.
Por suerte, y digo suerte, porque la evolución en positivo de cualquier desarrollo tecnológico es beneficioso para todos, la posibilidad de disponer de conectividad LoRaWAN ha cambiado, y lo ha hecho para siempre y para mejor; dado que desde hace ya algún tiempo hay propuestas comerciales de conectividad LoRaWAN completa, profesionalizada, económica, adaptable y con herramientas que aportan aún más transparencia y capacidades que sus históricas rivales, pues permiten monitorizar y controlar todo lo que envuelve las transferencias de datos desde los sensores hasta las plataformas de destino. Todo ello, con acceso para sus usuarios.
Propuestas de conectividad LoRaWAN a través de redes públicas que dejan la inversión necesaria para su generación y la gestión especializada de estas a empresas especializadas en ello, equiparando la oferta por dispositivo conectado que ya tenían las otras tecnologías pero facilitando a los usuarios más visibilidad, más posibilidades y, sobre todo, una mayor rentabilidad en sus proyectos de transformación digital.
La generación de cobertura a través de redes públicas no solo mantiene viva la opción de desplegar redes privadas, sino que habilita otro formato de implantación de redes LoRaWAN: las redes público-privadas. Donde las AAPP, beneficiaras de subvenciones europeas para la puesta en marcha de procesos de digitalización, podrán abordar la inversión en la infraestructura delegando o contratando la operativa de red en operadores profesionales.
Esto, sin duda alguna, cambia el panorama en lo referente a la planificación de los proyectos IoT para la transformación digital, ya que, manteniendo cada una sus particularidades técnicas, una vez se equiparan las ventajas de unas y otras tecnologías, entran en juego otros factores a la hora de decantarse por unas u otras opciones.
Concretamente, y por ser objeto de este artículo, me centraré en los beneficios que el despliegue de redes LoRaWAN de uso público aporta a los proyectos, al sector en general y la sociedad en particular.
El despliegue de redes públicas LoRaWAN incrementará la competitividad de los territorios debido al aumento en la oferta de conectividad
La apuesta por LoRaWAN y su confirmación como tecnología de telecomunicación fiable, estable y económica, supondrá a su vez la revalorización de la industria hardware, que ve ampliado o potenciado el marco para crear dispositivos y evolucionar en sus diferentes rangos las funcionalidades de los ya existentes. Esto hará crecer la oferta de dispositivos y producirá una autorregulación del mercado que tendrá como resultado que se multipliquen los proyectos y las empresas productoras de dispositivos, y se facilite el acceso a este tipo de tecnología para la ciudadanía en general. Asimismo, el grado de especialización en la operación de redes también se verá incrementado y su oferta, por ende, también aumentará.
Por otro lado, y seguramente la ventaja que considero más importante, el despliegue de redes públicas LoRaWAN incrementará la competitividad de los territorios, ya que supondrá un aumento en la oferta de conectividad en un determinado territorio y, por lo tanto, de nuevo, el mercado se autorregulará, beneficiándose de ello las AAPP, las empresas que prestan servicios públicos, empresas del entorno y los ciudadanos en general. A la vez, amplía las posibilidades de desarrollo de nuevos proyectos IoT públicos o privados que aporten más eficiencia y conocimiento en los procesos y actividades locales.
Este proceso de digitalización que estamos viviendo debe aportar grandes beneficios a la sociedad en términos de sostenibilidad, de competitividad y, por qué no, convertirse en uno de los motores económicos de las próximas décadas. Siendo vital el proceso de selección de soluciones y tecnologías, proceso que se entiende debe contemplar la proporcionalidad, la eficacia, la eficiencia, la rentabilidad y su utilidad al corto, medio y largo plazo, así como los beneficios adicionales que cada propuesta pueda aportar.