Durante la segunda mitad del año 2010, La Confederación Hidrográfica del Tajo ejecutó esta actuación de bioingeniería en la Garganta de Chilla, en el término municipal de Candelada, en la provincia de Ávila, en concreto la zona de estudio se encuentra en la falda sur de la Sierra de Gredos, en el tramo final de la garganta hasta la carretera CL-501 entre Candeleda y Madrigal de la Vera.
Como consecuencia de lo escarpado del terreno, la acción de los agentes meteorológicos y a la actividad humana a través de una serie de actuaciones de defensa de las márgenes aguas arriba de la zona en estudio, la Garganta de Chilla había sufrido una gran erosión en su margen izquierda a su paso por el término municipal de Candelada. La erosión sufrida ha provocado cambios fundamentales a lo largo de su trazado en la zona aluvial, como el encajamiento del lecho abandonado el río los múltiples canales secundarios de crecida que se encontraban conexionados al cauce principal y motivando la reducción general del área inundable, incrementada en algunos puntos como consecuencia de la ocupación del cauce por el hombre y la construcción de más de 1.800 m de diques-escollera.
Todo ello ha provocado una importante transformación del cauce de la garganta de Chilla, que pasa de ser en el año 1956 de tipo multicanal somero, con gran capacidad de cambio y utilización de los canales secundarios de crecida a un patrón de canal único con barras laterales y mayor tendencia a erosionar las márgenes y migrar lateralmente en puntos localizados.
Para paliar la erosión en este tramo de la garganta se determinó que la mejor actuación consistía en recuperar los canales secundarios de crecida que existían antaño y recuperar una zona inundable de unos 1.800 metros de longitud.
Para ello se han creado nuevos cauces secundarios de crecida con sus correspondientes pozas en la zona central se han consolidado islas entre los canales mediante técnicas de bioingeniería, como el entramado vegetal, las empalizadas o las escolleras vivas. La parte más gruesa de los materiales extraídos se destinaron a rellenar las pozas existentes y para formar la base del talud de la margen izquierda, evitando así su erosión.
Esta actuación se enmarca dentro de la línea de I+D+i del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino para el estudio de la aplicación de técnicas de bioingeniería aplicadas a la restauración fluvial con el fin de observar su bondad y hacerles un seguimiento a lo largo de varios años que permita determinar las técnicas más favorables y las que mejor se adaptan a los distintos ecosistemas fluviales Esta línea de investigación forma parte de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos (ENRR) mediante la cual El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino se ha propuesto restaurar los ríos españoles sometidos a impactos tales como la ocupación de las márgenes, la eliminación de la vegetación de ribera, la erosión, basuras, infraestructuras obsoletas en los cauces, etc.
La actuación en la Garganta de Chilla se ha ejecutado con cargo al "Proyecto de Conservación y acondicionamiento de cauces en la provincia de Ávila", y que en esta ocasión se ha ejecutado por la Confederación Hidrográfica del Tajo, con cargo al presupuesto de La Dirección General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino por un importe de 108.933,57 €.
Por otra parte cabe recordar, que durante el periodo 2008-2010 el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha invertido en Castilla y León, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, en materia de limpieza y conservación de cauces y mejoras ambientales de las riberas del río Tajo cerca de 9,6 millones de euros. De estos 9,6 millones en la provincia de Ávila se han invertido alrededor de 5,3 millones lo que supone el 55% del total invertido en Castilla y León.
Durante el año 2011 se prevé invertir alrededor de 700.000 €.