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Un innovador centro de control gestiona los 900 kilómetros de la red de aguas de EMMASA

  • innovador centro control gestiona 900 kilómetros red aguas EMMASA
  • Emmasa vigila las 24 horas del día el estado de cada una de las infraestructuras que conforman el ciclo integral del agua en Santa Cruz de Tenerife.

Sobre la Entidad

Sacyr Agua
Sacyr Agua. Líder en el tratamiento y gestión del agua: diseño, construcción, operación y mantenimiento. Abastece a 9,5 millones de habitantes en España, Chile, Australia, Omán y Argelia. Ha construido más de 100 plantas de OI. Es Water Positive.

La Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa), integrada en Sacyr Agua, trabajan desde 2006 con un sistema tecnológico que permite vigilar en todo momento la correcta gestión del ciclo integral del agua, destacando la supervisión de toda la actividad de la red de distribución, con el objetivo de que esta sea lo más eficiente posible.

Esta innovadora red de telemando y telecontrol  se encarga de recoger en tiempo real y durante las 24 horas del día los datos de cada una de las infraestructuras que se encargan de que el agua fluya sin problema en el municipio de Santa Cruz.

De esta manera, la compañía de aguas conoce siempre al instante toda la información relacionada con lo que ocurre en los más de 900 kilómetros de la red de distribución. Esto incluye 38 depósitos de abastecimiento, 11 estaciones de bombeo de agua potable, y otros elementos que conforman las etapas del ciclo integral como la estación desaladora, así como la depuradora, y las 12 estaciones de bombeo de aguas residuales.

El responsable de automatización industrial de Emmasa, Amado Rodríguez, explica que el sistema permite conocer el detalle del caudal que pasa por las tuberías, los niveles de los depósitos, qué compuertas se abren, qué llaves se cierran, la presión del agua en determinados puntos, su calidad o incluso los niveles de consumo en cada hora del día y de la noche, por lo que se vigilan los órganos del sistema y sus constantes, y además, podemos actuar sobre esos órganos desde el propio dispositivo, sin necesidad de que el personal se desplace a realizar las maniobras manualmente, distribuyendo el caudal que llega a los depósitos de agua, abriendo y cerrando válvulas, regulando caudales de bombeo.

“Esto es posible gracias a la recogida de datos, no solo en las principales infraestructuras, sino también en puntos de menor envergadura y dispersos por el municipio, en lugares situados por las calles de la ciudad e incluso en puntos donde no hay corriente eléctrica”, asegura.

La red cuenta, además, con un sistema automatizado de gestión de alarmas que avisa vía correo o SMS a los técnicos para reparaciones y gestión de la operatividad. Asimismo, se puede acceder a él desde cualquier dispositivo conectado a internet.

El experto señala que los 201 equipos con los que cuenta este sistema, no solo nos permite “alimentar este telemando y telecontrol, sino que nos ha permitido pasar al siguiente escalón, que es la Industria 4.0 o Big Data”. El principal beneficio es que así es posible cruzar la información obtenida para realizar modelos predictivos que ayudan a analizar las diferentes situaciones y a la posterior toma de decisiones. “Se trata de reducir los riesgos estudiando la información que recibimos y de esta manera, tomar decisiones de forma ágil y con máxima probabilidad de éxito”, aclara.

El gerente de Emmasa, Ignacio Muñiz, sostiene que, sin este sistema, la compañía no podría gestionar la eficiencia de la red de distribución y destaca que gracias a ella el porcentaje de pérdidas técnicas en 2021 fueron del 6,6 %, lo que supone una reducción del 40 % en los últimos 10 años y un ahorro de casi 8 millones de metros cúbicos.

Paralelamente, Emmasa ha comenzado a implementar herramientas de Big Data en sus procedimientos en su compromiso con la innovación, con el fin de optimizar la gestión del ciclo integral del agua en el municipio. La empresa apuesta así por darle una vuelta a sus sistemas de información y separar los datos de análisis y la plataforma de mando.

El término hace referencia a la capacidad de recibir, calcular y analizar cientos de datos en tiempo real de una manera automatizada. “Este análisis permite observar patrones y tendencias que se repiten en los diferentes sectores y que son relevantes desde el punto de vista estratégico para la toma de decisiones”, explicó el gerente de la compañía.

La desaladora de Santa Cruz produce 2.000 millones de litros de agua anuales más que en 2019

En 2019 se ampliaron las instalaciones para poder producir 28 mil metros cúbicos diarios de agua en vez de los 21 mil que se producían hasta entonces.

La desaladora de Santa Cruz de Tenerife cerró 2021 con una producción de 9.853 millones de litros de agua potable. Una cifra que supera en 2.216 millones de litros el agua desalada en 2019, año en el que las instalaciones se ampliaron para pasar de producir 21.000 metros cúbicos diarios a 28.800.

El aumento de la producción en 2019 permitió, según datos de Sacyr Agua, empresa mayoritaria de EMMASA, abastecer a 24.000 hogares más que en años anteriores. Esto, a su vez, amplió la capacidad de la EDAM de Santa Cruz en un 37%.

Más de dos millones de metros cúbicos extra

En total, el 62% del agua consumida en las viviendas de la capital tinerfeña proviene de la desaladora. La ampliación producida en agosto de 2019 permitió a EMMASA pasar de producir una media de 546 mil metros cúbicos mensuales (546 millones de litros de agua) en los siete primeros meses del año a 761 mil metros cúbicos (761 millones de litros) de media en los cinco meses restantes.

A partir de entonces, EMMASA ha producido 2'2 millones de metros cúbicos anuales de agua más que en 2019 tanto en 2020 como en 2021. Así, en 2020 se desalaron 9.867.215 metros cúbicos (9.867 millones de litros) y, en 2021, 9.853.475 metros cúbicos (9.853 millones de litros).

Esta ampliación de la producción permite a EMMASA ofrecer un suministro de agua más holgado a Santa Cruz de Tenerife. La mayor parte del agua que recibe la ciudad, el 70% aproximadamente, proviene de recursos hídricos propios. Concretamente, el 62% ya proviene de la desaladora y el 8% de galerías y pozos de la capital. El 30% restante del agua se compra a suministradores privados, y llega de galerías y pozos ubicados en diferentes zonas de la isla.

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