Sacyr Agua da un paso más y desde la iniciativa global del grupo, Sacyr Digital está aplicando la inteligencia artificial para resolver anticipadamente situaciones y mejorar la toma de decisiones en la gestión. La clave de estas herramientas está en transformar el dato en información, y con el conocimiento de nuestros profesionales conseguir aportar un alto valor añadido a las decisiones que se adoptan.
Dotar a las redes de agua de inteligencia, gracias a la tecnología, le permite a Sacyr abordar un reto tan importante, como es la gestión eficiente de un recurso escaso y básico en la calidad de vida de las personas.
En un entorno industrial como el nuestro se generan enormes cantidades de datos y casi cualquier proceso es susceptible de ser optimizado con la aplicación de modelos y algoritmos analíticos.
“Nos planteamos de qué manera hemos de cambiar nuestra operativa para producir el agua que se prevé se vaya a consumir en cada momento en función de muchos factores: climatológicos, hábitos de consumo, etc… Podemos responder a la demanda futura, produciendo agua en periodos en los que la energía sea más barata y minimizar los riesgos operacionales asociados a determinadas operaciones programadas o imprevistas ”, explica Noe Meana, director técnico de Sacyr Agua.
“En nuestro ERP propio para la gestión de abonados, Acuama, disponemos de los consumos realizados en los últimos años por todos los clientes de aquellos contratos donde realizamos la gestión en baja del suministro. El reto por lo tanto es transformar esta ingente cantidad de datos en información sobre los hábitos de consumo y así poder ofrecer un servicio de calidad volcado en un sistema bajo demanda. Todo lo que se avance en este aspecto redundará en un incremento de la eficiencia y un alto nivel de satisfacción por parte del cliente.
También nos planteamos el reto de enriquecer nuestros datos con fuentes externas que afecten a los consumos como variables climáticas, por ejemplo, humedad relativa, temperatura máxima o viento.
Esto es lo que ya tenemos y para conseguirlo nos hemos apoyado en diferentes tecnologías, todas ellos sobre la plataforma Cloud de Azure.
Para la ingesta de datos (estructurados o sin formato) a Azure, se ha utilizado Azure Data Factory que nos permite tanto acceder a Acuama, como invocar a las APIs de Google donde obtener los datos meteorológicos.
Estos datos llegan a nuestro Azure Data Lake Storage para su almacenamiento persistente desde donde serán accedidos por otra solución como Databricks que es la herramienta de ingeniería de datos capaz de procesar y transformar cantidades masivas de datos, así como de explorar los datos a través de modelos de aprendizaje automático.
“Esto al final acabará generando las previsiones de consumo que podremos integrar en nuestros sistemas operacionales o analizar desde la solución de data Discovery Azure Power Bi “, explica Oscar Cuevas (Chief Data Officer de Sacyr).
La tecnología está permitiendo hacer una gestión mucho más eficiente en el control de redes, un campo donde sin duda hay un amplio margen de mejora. El control inteligente de fugas y la monitorización de la red nos permite actuar con rapidez o incluso anticipadamente. De esta forma minimizamos el impacto que estos eventos tienen por la pérdida del recurso, o por los costes de mantenimiento que se incrementan notablemente cuanto más se demore la actuación”, explica Meana.
“El objetivo debe ser tener una red inteligente donde aplicar tecnologías de IoT, con una gran cantidad de sensores que continuamente midan y monitoricen que sucede y donde también haya algoritmos de IA que estén analizando continuamente y encontrando patrones nuevos que proporcionen modelos de predicción para poder adecuar la producción energética, la detección de fugas o sustitución de dispositivos que son algunos de los retos en la gestión de agua. Digitalización es Sostenibilidad”, explica Óscar Cuevas.
Igual ocurre con los correladores, equipos que están registrando ruido. A partir del análisis del ruido somos capaces de interpretar si hay fugas, que cuando son pequeñas podrían pasar desapercibidas en las medidas del caudal.
“Verdaderamente tenemos a nuestra disposición herramientas digitales muy potentes que tiene aplicación directa en infinidad de procesos de negocio y que nos ayudan a cumplir con el enérgico compromiso de Sacyr con la sostenibilidad. Es el caso de los sistemas para la optimización de la aireación de un proceso biológico con eliminación de nutrientes en una EDAR. De esta forma logramos una significativa reducción del consumo energético requerido, garantizando y monitorizando la calidad del proceso depurativo”, aporta Noe.
En definitiva, para Sacyr Agua la transformación digital en la gestión del agua es esencial para abordar los retos de competitividad y sostenibilidad, siendo conscientes de que esta debe ir acompañada de una transformación cultural de la empresa y los trabajadores. Se trata de un proceso que debe ser lo suficientemente lento como para ser capaces de asimilar los cambios, pero lo suficientemente rápido como para no perder las oportunidades que nos brindan y dejar de ser competitivos.