El Ayuntamiento de Valencia, a través del área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, llevó a cabo durante el pasado mes de septiembre un total de 400 inspecciones en las obras de saneamiento ejecutadas por terceros en la ciudad y en sus pedanías, según ha informado el consistorio en un comunicado.
La concejala delegada del Área, Maria Àngels Ramón-Llin, ha explicado que durante las inspecciones "se comprueba que las obras no seccionen alcantarillas ni colectores, así como que tampoco inutilicen los imbornales existentes".
Por este motivo, las inspecciones se llevan a cabo de forma programada "en todas las obras que puedan interferir en la red municipal de saneamiento, para asegurar que no causan ningún desperfecto ni perjuicio al sistema".
Para la edil, "este tipo de inspecciones continuas tienen una doble ventaja: por un lado, evitamos la recepción de aquellas obras que pueden causar desperfectos, ya que se previenen o subsanan en el momento, y por otro, evitamos los costes de las posibles reparaciones, equivalentes en este periodo a unos 448.000 euros, lo cual supone un importante ahorro para el Ayuntamiento".