El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga intensificará este verano la lucha contra la contaminación odorífera, mediante la creación de un dispositivo formado por técnicos de propio área y de Emasa, que se encargará principalmente de detectar los focos potenciales y poner en marcha la intervención que corresponda para intentar disminuir su impacto ambiental.
El concejal del Área, Raúl Jiménez, ha explicado a los componentes de la Comisión de Pleno de Medio Ambiente que se aprovechará la salida a la calle de los técnicos municipales adscritos al servicio del control de plagas para que, en el caso de que detecten la presencia de malos olores en puntos concretos de la red de saneamiento, los ubiquen y trasladen la información a EMASA. Hasta ahora, no existía una línea de trabajo dirigida específicamente a este tipo de contaminación, iniciándose las intervenciones únicamente a partir de la comunicación de los ciudadanos. Una vez detectado el problema, técnicos de Emasa se desplazarán hasta el foco para medir los niveles de mal olor con un dispositivo específico para este fin, y analizar la solución que cada caso requiera, si superan los máximos establecidos.
La Comisión de Pleno ha aprobado por unanimidad una moción presentada por el Grupo Municipal Socialista por la que se acuerda intensificar los controles de emanaciones de contaminación odorífera en la ciudad, y mantener las políticas municipales que ya se vienen desarrollando para resolver este problema en el alcantarillado, actuando con la mayor celeridad para evitar molestias a la población afectada. Las posibilidades de intervención de las administraciones contra este tipo de contaminación carece del extenso respaldo jurídico que sí cuentan otras, como la generada por el ruido o las emanaciones de dióxido de carbono, lo que ha llevado a la comisión a intentar paliar este problema.