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La importancia de los datos para que el agua siga fluyendo

El sector del agua está experimentando cambios importantes. Además de los numerosos retos a los que ya se enfrenta, como la escasez de agua, el aumento de la demanda y el envejecimiento de las infraestructuras, también es evidente que se necesita acelerar la digitalización de las operaciones del agua.

Podemos afirmar con seguridad que los datos tienen un papel crítico para el sector, impulsando nuevos servicios, agilizando las operaciones y aumentando la eficiencia. Afortunadamente, las organizaciones ya han empezado a darse cuenta y están aprovechando este potencial en sus negocios.

Binomio datos-agua

Dar el primer paso siempre da vértigo, pero sin duda la recompensa merece la pena. Las organizaciones que ya han implementado su transformación digital están experimentando ahorros de hasta el 30% en el consumo de energía. Las plantas de tratamiento y las redes de distribución de agua pueden aumentar su eficiencia operativa hasta un 25%, y el coste total de propiedad (TCO) puede reducirse hasta un 20%, si se comparan los activos digitalizados con los tradicionales.

El retorno de la inversión en tecnología digital puede ser de tan solo dos años.

La monitorización en tiempo real del estado del agua suministrada a través de la red de distribución y del estado del sistema de alcantarillado, facilita la detección más rápida de defectos en los equipos y de anomalías de caudal, presión o calidad del agua. Además, permite cumplir con las normativas, asegurando un buen nivel de servicio y mejorando hasta un 20% el funcionamiento de las operaciones con el control a distancia.

Si queremos avanzar más rápido en la implantación de la digitalización, deberíamos fomentar la colaboración entre las empresas que formamos parte de este sector. En este sentido, Reino Unido puede servirnos de ejemplo del camino a seguir. Sus operadoras más importantes unieron sus fuerzas para enfrentarse al reto de la eficiencia, impulsando la sostenibilidad y desplegando el primer plan mundial del sector para conseguir cero emisiones netas de carbono para 2030. Con este plan esperan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en diez millones de toneladas. Una parte fundamental para conseguirlo consiste en implantar tecnologías digitales abiertas que permitan la adquisición, contextualización y análisis de los datos de su operativa.

Los datos tienen un papel crítico para el sector, impulsando nuevos servicios, agilizando las operaciones y aumentando la eficiencia

En España, todavía solemos ser conservadores a la hora de utilizar tecnología en la nube, sobre todo a la hora de compartir información. Muchas veces estos recelos desaparecen cuando se prueba la tecnología, aunque sea con pequeños proyectos piloto. Por tanto, animo a todas las empresas que estén en este viaje hacia la transformación digital a informarse y testar por ellas mismas las capacidades que ofrece la tecnología que las compañías tecnológicas ponemos a su disposición. Compartir datos en la nube es seguro, si contamos con el partner y las tecnologías adecuadas.

Esta ambición por adquirir y gestionar datos no es exclusiva del sector del agua. Muchos sectores se han dado cuenta de que su transformación digital puede ofrecerles más visibilidad sobre sus operaciones y operar con mayor eficiencia. Además, tras la pandemia, ha quedado patente la necesidad de adoptar determinadas tecnologías. Las empresas que estuvieron entre las primeras en adoptar la digitalización fueron las más capaces de adaptarse de forma flexible y eficaz a la nueva normalidad.

Construir ciudades inteligentes sostenibles

Satisfacer la creciente demanda de un recurso tan preciado y escaso como el agua será el principal reto para los responsables de la toma de decisiones en Europa en la próxima década. Garantizar un agua segura y limpia, así como el saneamiento en las grandes ciudades es fundamental para la salud, el medioambiente y el desarrollo económico. Gestionarla adecuadamente es clave para la resiliencia al cambio climático. Y es que la escasez de agua y las inundaciones no son los únicos problemas relacionados con el cambio climático: el agotamiento de las aguas subterráneas está literalmente hundiendo las ciudades.

Pekín, Shanghái, Ciudad de México y otras ciudades se están hundiendo a medida que se agotan las aguas subterráneas. Las inundaciones también afectan a las zonas urbanas. Los expertos creen que no se trata de “si” ocurrirá, sino de “cuándo”, y están de acuerdo en que los urbanistas e ingenieros deben construir nuestras ciudades teniendo en cuenta el riesgo de inundación.

El coste total de propiedad (TCO) puede reducirse hasta un 20%, si se comparan los activos digitalizados con los tradicionales

La gestión sostenible del agua no es una opción. Al fin y al cabo, la sostenibilidad implica eficiencia, resiliencia y viabilidad. Los compromisos relacionados con el uso sostenible del agua que están asumiendo los gobiernos, las comunidades y las empresas pueden lograrse mediante la transformación digital. Crear un sector del agua inteligente también forma parte de las ciudades inteligentes y es una parte importante para descarbonizar, gestionar los recursos hídricos y aumentar la circularidad. Esto incluye el suministro y la gestión de la calidad del agua: ser capaz de detectar y abordar rápidamente los problemas de contaminación del agua casi en tiempo real.

Si queremos avanzar en la implantación de la digitalización, deberíamos fomentar la colaboración entre las empresas de este sector

Una gestión del agua sólida y basada en datos en una ciudad inteligente no es solo una cuestión de sostenibilidad, sino un requisito previo importante para la resiliencia.

Asimismo, reducir las pérdidas de agua, garantizar su calidad y optimizar el uso de las infraestructuras hidráulicas y de tratamiento son esenciales para sostener un uso eficiente del recurso a lo largo de todo el ciclo hidrológico.

Evitar las fugas y las pérdidas de agua

Otro ámbito de aplicación importante de la digitalización en el sector del agua es prevenir y evitar las pérdidas de agua. Los datos hablan claro: el 23% del agua total se pierde en la UE antes de "llegar" al cliente. Teniendo en cuenta el actual problema de escasez del agua, es una cantidad demasiado considerable como para ignorarla.

Las fugas son un problema fundamental para la conservación del agua. Una reducción del 5% en las fugas del sistema de distribución de agua ahorraría 1 millón de m3 de agua al día y 313 millones de kilovatios-hora de electricidad al año. Esto equivale al consumo de electricidad de más de 31.000 hogares. También se evitaría la emisión de unas 225.000 toneladas métricas de CO₂.

Los expertos han demostrado que las tecnologías digitales pueden reducir las fugas hasta en un 38% con un control de fugas reactivo o pasivo y con una estrategia de ahorro de energía más proactiva en los sistemas de agua.

Los compromisos relacionados con el uso sostenible del agua de gobiernos, comunidades y empresas pueden lograrse con la transformación digital

La recopilación y gestión de datos, junto con la potencia de la IA, supondrán un cambio en la forma de gestionar y mejorar los escasos y valiosos recursos de nuestras ciudades. Para coordinar la multitud de actividades de una ciudad y obtener el máximo rendimiento, se deben romper los clásicos silos de información y asegurar plataformas digitales y protocolos de comunicación abiertos que faciliten la labor de recolección de datos de multitud de fuentes distintas, su contextualización y análisis.

En definitiva, la digitalización permitirá un acceso rápido y rentable a los datos necesarios para operar las redes de agua de forma segura, eficiente y sostenible, y además con menos costes operacionales.