La Cátedra Trasvase y Sostenibilidad – José Manuel Claver Valderas de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) organizan para el próximo 8 de mayo la Jornada"40 aniversario del Trasvase Tajo-Segura. Infraestructura de progreso y desarrollo", que se celebrará en el Instituto de la Ingeniería de España en la calle del General Arrando número 38, 28010 Madrid.
El principal objetivo de esta jornada es analizar las infraestructuras del Acueducto Tajo-Segura, los aspectos hidrológicos del río Tajo y el Trasvase, así como su impacto social, económico y medioambiental. Para ello, se contará con la colaboración de tres grandes expertos de reconocido prestigio en la materia, y tendrá lugar una mesa redonda con la participación de los Consejeros de Agricultura de Andalucía (pendiente de confirmar) y Región de Murcia, y del Secretario Autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comunidad Valenciana.
Por ese motivo, hemos entrevistado a José Andújar, Vicepresidente del SCRATS.
El trasvase, si lo valoramos objetivamente, con altura de miras y sin prejuicios partidistas ni complejos localistas, solo tiene luces
Pregunta - Usted es vicepresidente del SCRATS y presidente de Fecoreva. ¿Cuáles son sus funciones en ambos cargos?
Respuesta - Con independencia del cargo que en la actualidad ostente en cualquier institución o de los que haya ostentado en otros momentos, mi función ha sido siempre la misma, defender los intereses de los regantes de la Vega Baja del Segura y exigir que, de una vez por todas, se encuentren soluciones al déficit estructural que padece este tierra.
P. - ¿Cuáles son los principales temas a tratar en esta jornada?
R. - En esta jornada se pretende dar a conocer la enorme importancia que para el Sureste y para toda España tiene el trasvase Tajo-Segura, otorgarle el reconocimiento que merece como la más importante y más rentable obra hidráulica que jamás se ha ejecutado en España, advertir a la ciudadanía de los gravísimos perjuicios que podrían derivarse de la reducción o limitación de los volúmenes trasvasables, y explicar que no existe ninguna solución alternativa al trasvase sino, a lo sumo, complementaria. El trasvase es irrenunciable y, por sí solo, no soluciona el problema de escasez de agua, por lo que no solamente es necesario mantenerlo, sino que deben buscarse otras aportaciones externas que permitan garantizar el suministro de agua de calidad y a un precio asumible.
P. - El trasvase Tajo-Segura cumple 40 años. ¿Cuáles son las luces y sombras de esta infraestructura?
R. - El trasvase, si lo valoramos objetivamente, con altura de miras y sin prejuicios partidistas ni complejos localistas, solo tiene luces. Es una obra de Estado que ha generado y genera grandes beneficios no solo para las zonas que reciben el agua, sino para toda España. Las sombras han sido creadas artificialmente buscando beneficios políticos de la manipulación de un bien –el agua- que es de todos y no es de nadie.
El trasvase es irrenunciable y, por sí solo, no soluciona el problema de escasez de agua, por lo que no solamente es necesario mantenerlo, sino que deben buscarse otras aportaciones externas que permitan garantizar el suministro de agua de calidad y a un precio asumible
P. - ¿A qué obstáculos (políticos, territoriales, etc.) se ha enfrentado a lo largo de estas 4 décadas?
R. - Durante muchos años no ha existido controversia en torno al trasvase. Se ha aceptado como lo que es, una gran obra de Estado que ha permitido el suministro de agua para abastecimiento de millones de personas, así como crear y mantener una agricultura moderna y sostenible que es un modelo de eficiencia para todo el mundo. Pero en los últimos años se ha creado artificialmente una polémica en torno al trasvase que ha generado, o puede generar, enfrentamientos y tensiones entre regiones hermanas. Algunos quieren hacer creer que los ciudadanos del sureste saqueamos a los de la cuenca cedente, pero no explican que el agua que viene del Tajo permite el suministro a toda la zona turística de la que disfrutan millones de ciudadanos procedentes de Madrid o de Castilla-La Mancha, ni que las infraestructuras de que hoy gozan en muchos lugares de España se han hecho con los impuestos que genera la actividad agrícola, turística e industrial creada gracias a las aportaciones de agua del Tajo. Se trata de una solidaridad recíproca que parece que nadie quiere ver en algunos lugares.
P. - ¿Cuál es el impacto social del trasvase en las regiones a las que les afecta?
R. - El impacto del trasvase en las regiones que reciben el agua trasvasada el tan importante que no puede concebirse la actividad agrícola, turística o industrial sin la existencia del trasvase. Gracias al trasvase se ha creado una zona próspera de la que disfrutan no solo los residentes en ella, sino todos los españoles, y lo que eran regiones en las que la gente se veía obligada a emigrar, se han convertido en territorios de acogida de inmigrantes y en el hogar de muchos españoles y europeos que han fijado aquí su residencia, o que tienen aquí sus segundas viviendas.
Durante muchos años no ha existido controversia en torno al trasvase
P. - ¿Cuál cree que será el papel del trasvase en el futuro de los regadíos?
R. - Como he dicho antes, el papel del trasvase en el regadío es imprescindible hoy y lo seguirá siendo en un futuro. Y no solo eso, sino que tiene que reforzarse con nuevas aportaciones externas que garanticen el suministro de agua. La desalación está demostrado que no es solución. Se trata de un recurso insuficiente, carísimo y de mala calidad para la agricultura, que solo puede ser un complemento parcial de una política global en la que se redistribuya mejor el agua que hay en España. Siempre he dicho que en España no falta agua, faltan infraestructuras que permitan distribuirla de forma igual a todos los españoles, como se distribuye la energía eléctrica, el gas, o los carburantes. Por ello insisto en que lo que es necesario es construir nuevas infraestructuras que permitan atender las necesidades de agua las cuencas cedentes y llevar los sobrantes a las zonas deficitarias. Para ello es necesario que se afronte de forma seria y decidida la elaboración de un Plan Hidrológico Nacional en el que se establezca una conexión entre cuencas que permita nuevos trasvases y que –al mismo tiempo- contemple la realización de obras de regulación en las cuencas cedentes que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos.