Generalmente no son muy altos, pero sí muy resistentes a la salinidad del agua, por lo que viven en la interfase de los ambientes terrestres y marinos.
Por citar solo algunos de sus valiosos servicios ambientales, se pueden mencionar que purifican y mejoran la calidad del agua, ayudan a evitar inundaciones porque sirven de barrera para mitigar los efectos de eventos meteorológicos extremos como huracanes y capturan una importante cantidad de carbono atmosférico, ayudando a reducir la concentración de gases de efecto invernadero.
La CONABIO informó sobre el estado de conservación de los manglares mexicanos basado en el cuarto monitoreo quinquenal realizado por este organismo. Destacó que en los últimos seis años el área del país cubierta por manglar se ha incrementado por primera vez desde 1980, año en el que se empezaron a monitorear 11,000 hectáreas de manglar.
Por su superficie en manglares México ocupa el cuarto nivel a nivel internacional y según el Inventario Nacional Forestal y de Suelos de la CONAFOR México registra 939 mil 478 hectáreas de manglar. En nuestro país existen cuatro especies de mangle: rojo o colorado (Rhizophora mangle), Negro (Avicennia germinans), Blanco (Laguncularia racemosa) y Botoncillo o falso mangle (Conocarpus erectus)
Más del 50% de los humedales en México son costeros y su superficie en el territorio nacional es de 51,610 km2. Se ha estimado que, en el mundo, la deforestación de manglar genera alrededor del 10% de las emisiones de carbono por año, aunque representan sólo el 0.7% de la superficie forestal tropical global.
