La Cruz Roja ha lanzado un llamamiento de emergencia para poder ayudar a las miles de personas afectadas por las inundaciones en Sri Lanka, en las que centenares de familias lo han perdido todo y unas 350.00 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares.
Las inundaciones de la semana pasada, provocadas por el paso del ciclón 'Roanu', están consideradas como el peor desastre natural sufrido por el país desde el tsunami que tuvo lugar en 2004. Las inundaciones han destruido más de 125.000 viviendas y han acabado con la vida de al menos 92 personas, con 109 desaparecidos entre los deslizamientos de tierra. El Gobierno ceilándes estima que el coste de las pérdidas provocadas por la catástrofe ronda los 2.000 millones de euros.
"Este desastre ha afectado a familias que viven tanto en las zonas rurales como en las ciudades", ha declarado en un comunicado el director de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Sri Lanka, Igor Dmitryuk. "La mayoría de los afectados lo han perdido todo y nuestra prioridad ahora mismo es atender sus necesidades inmediatas con comida, agua potable, ropa y artículos domésticos de primera necesidad", ha añadido.
El llamamiento de la Cruz Roja solicita unos 3.250 millones de euros para poder asistir a unas 40.000 personas durante los próximos 18 meses, proporcionándoles artículos de primera necesidad, transferencias de efectivo y asesoramiento en la reconstrucción de sus futuras viviendas. El llamamiento de emergencia tiene de plazo hasta noviembre del año próximo.
También proporcionará subsidios en proyectos comunitarios para impulsar la resiliencia en las zonas rurales y el avance en los trabajos de reparación de los canales de riego dañados por las fuertes lluvias.
Los trabajadores de la Cruz Roja se asegurarán de que los afectados tengan acceso a agua potable y a material sanitario en los refugios temporales habilitados como parte de una campaña de sensibilización sobre salud que tiene como objetivo prevenir la propagación de enfermedades.
"Una vez desaparezca la mayor parte del volumen de agua de las inundaciones, habrá una gran cantidad de superficie que estará cubierta por agua estancada, lo que aumenta el riesgo de enfermedades, especialmente en las áreas urbanas", ha informado Dmitryuk. "Necesitamos mantenernos en alerta para evitar cualquier tipo de crisis sanitaria, en particular después de conocer la predicción de que habrá nuevas lluvias torrenciales próximamente con el comienzo del monzón", ha añadido.
La Federación Internacional de la Cruz Roja ha dicho que sus equipos han estado participando en operaciones de búsqueda y rescate en los cinco distritos del país más afectados. Al mismo tiempo, han estado proporcionando asistencia psicológica y primeros auxilios a unas 140.000 personas.