Con el objetivo de conocer los problemas que pueden afectar la cantidad y calidad del recurso hídrico destinado al consumo poblacional, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) junto a la EPS SEDALIB, visitaron la naciente de la cuenca del río Chicama, conformada por los ríos Perejil y Negro, ubicados en Cayacullán, en el ande liberteño.
Kathy Negrón Túnjar, coordinadora de la oficina desconcentrada de la SUNASS en La Libertad, explicó que el nuevo enfoque de la prestación de servicios de saneamiento que promueve el regulador, busca que las empresas que brindan este servicio inviertan en conservar y restaurar las fuentes de agua con la implementación de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MRSE) y en mejorar el acceso al servicio de abastecimiento de agua potable.
“Conocer la problemática de la cuenca permitirá proponer acciones para darle confiabilidad y sostenibilidad al servicio que brinda la EPS. Asimismo, los MRSE harán posible vincular al ciudadano con la fuente de agua para colaborar y proteger el medio ambiente”, explicó Negrón Túnjar.
La EPS liberteña deberá ahora elaborar el Diagnóstico Hídrico Rápido (DHR), documento que priorizará las intervenciones en la cuenca para la conservación y recuperación de las fuentes de agua con la finalidad de garantizar la disponibilidad del recurso a la población en cantidad y calidad. SEDALIB también elaborará el diagnóstico de las cuencas de Santa, Moche y Jequetepeque.
El recorrido que contó con el acompañamiento de profesionales del Proyecto Especial Chavimochic, como actor vinculado a la cuenca hidrográfica, incluyó la parte baja de la cuenca que comprende las localidades de Chicama, Ascope, Rázuri y Chocope, así como reuniones con autoridades y asociaciones locales vinculadas a la gestión del recurso hídrico.