En este capítulo, trato de mostrar que la infestación por invasión de mejillones alóctonos no es solo un dolor de cabeza para los administradores de plantas hidroeléctricas o sistemas de riego. También lo es para los responsables de la gestión y el mantenimiento de los sistemas de suministro de agua para consumo humano y también para los ciudadanos. Cuando hay una infestación de bivalvos invasores en cuerpos de agua multiusos, como la generación de energía, el riego o los sistemas de uso turístico, es muy probable que los sistemas de suministro de agua potable también estén contaminados, si este recurso se obtiene del mismo cuerpo de agua afectada.
La expansión de las plagas bivalvas no es homogénea ni constante. Este proceso invasivo está sujeto a numerosas variables que hacen que la invasión en algunos territorios sea muy rápida (Río Sao Francisco Brasil- 245 km / año) o su propagación es lenta (Confederación Hidrográfica Miño-Sil-España). En cualquier caso, en unos pocos años, la colonización se habrá completado en todos los sistemas de agua, excepto aquellos en los que debido a las características químicas del agua y la temperatura, los asentamientos se vuelven más complicados.
La invasión de los sistemas de suministro de agua para consumo humano está ocurriendo en ciudades y pueblos ribereños en ríos y grandes canales, en países donde la presencia de bivalvos invasores es un hecho consumado e irreversible, como podemos ver más adelante.
Por otro lado, la recolección de agua cruda de las aguas superficiales, para el suministro humano, implica un proceso de purificación necesario para su uso y consumo, pero insuficiente para establecer un control efectivo de los asentamientos bivalvos en tuberías y otras estructuras de la red. Determinar si la fuente está circunscrita en un área de riesgo de invasión de moluscos bivalvos invasivos es de suma importancia para prevenir infestaciones en los sistemas de distribución. ¿Cómo sabemos acerca de la existencia de este riesgo?
La invasión de los sistemas de suministro de agua para consumo humano está ocurriendo en ciudades y pueblos ribereños en ríos y grandes canales
Los parámetros que conformarían un programa computarizado donde el alcance del riesgo y las medidas preventivas son visibles, ya los tenemos. Es necesario reunir a los actores involucrados y establecer un modelo de gestión específico y persistente, adaptado al problema. Las medidas temporales no son suficientes. Para comprender mejor el proceso, lo comparamos con una persona con diabetes, debe ser tratada con insulina durante su vida. A cambio, tendrá una calidad de vida muy aceptable.
Estamos acostumbrados a mirar en la televisión o la radio, el clima o el programa meteorológico. Varias veces al día, nos dicen lo que está sucediendo y presumiblemente lo que sucederá, climatológicamente hablando, en nuestra ciudad, país, continente y el mundo, durante las próximas horas, días, semanas e incluso meses. Sin embargo, no sabemos acerca de los riesgos graves a los que los recursos hídricos están sujetos a fenómenos distintos de inundaciones y sequías. Sabemos en tiempo real cuánta agua hemos almacenado en nuestros pantanos, pero no sabemos nada sobre los fenómenos invasivos que alteran el equilibrio natural y las consecuencias que esto conlleva para el medio ambiente acuático y las personas que lo habitan.
Los hechos muestran que un número cada vez mayor de pueblos ribereños o cerca de ríos afectados por la presencia de moluscos bivalvos invasores, han sufrido serios problemas en la red de distribución debido a la obstrucción de las tuberías en aquellos países que sufren la invasión de bivalvos.
Aquí pueden ver una breve muestra de lo que expongo: Brasil, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, España, Italia, Argentina, Uruguay, Paraguay, etc. Dado que el molusco invasor no conoce fronteras, solo con ubicar los países seleccionados, puede hacerse una idea de alcance de la expansión.
Hasta la fecha, 70 países representan el total de muy afectados por la infestación de mejillones invasores. Todos los sectores que tratan el agua como base de actividad o consumo, están en riesgo permanente de sufrir en cualquier momento episodios de situaciones críticas debido a la obstrucción de las tuberías o la disminución del flujo, debido a la invasión de mejillones.
El riesgo de contaminación de los sistemas de distribución de agua potable en los centros urbanos de los ríos colonizados por bivalvos invasores, no se trata con la atención que merece
El problema que trato de mostrar en este documento: el riesgo de contaminación de los sistemas de distribución de agua potable en los centros urbanos de los ríos colonizados por bivalvos invasores, no se trata con la atención que merece. Quizás sea porque su importancia no ha alcanzado el nivel apropiado de información para la opinión pública.
Los episodios de colapso de las redes de suministro de agua potable, donde sea que hayan ocurrido, se han resuelto, una vez que se ha producido la colmatación u obstrucción de las tuberías, gracias al uso de altos costos económicos y períodos prolongados de tiempo para restaurar la normalidad de la red de suministro. En general, estos problemas se han tratado de manera circunstancial y no siempre con medidas coordinadas que permitan una estrategia de alcance.
La investigación en el desarrollo de nuevos procesos de control es costosa y demorada. Aun así, empresas como MARRONE BIO INNOVATION o ECOWATER TECHNOLOGIES han optado por invertir en productos y procesos tecnológicos para controlar bivalvos invasores, compatibles con la vida y la sostenibilidad en los sistemas acuáticos.
Por otro lado, la Unión Europea cuenta con fondos de apoyo por valor de 10.000 millones de euros, para llevar a cabo programas de control preventivo en sistemas de suministro de agua potable contra bivalvos invasores, dentro del plan general de especies invasoras, como indica la Comunicación de la Comisión al Consejo , el Parlamento Europeo, el Comité Económico y Social Europeo y el Comité de las Regiones sobre especies invasoras [SEC (2008) 2887 y SEC (2008) 2886], están disponibles (VER)
Esperemos que, en el futuro, podamos llevar a cabo una estrategia global que nos permita establecer un modelo de prevención y control, basado en soluciones a largo plazo, sistemáticas y sostenibles, desterrando para siempre acciones particulares y resultados efímeros, como se está llevando a cabo en este momento.
