El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha asegurado que el Ayuntamiento intentará que el equilibrio financiero de la concesión del servicio de agua en la ciudad, a cargo de la empresa Tagus, "no se note en las tarifas".
A preguntas de los medios durante la presentación de una nueva oficina virtual de Tagus, el primer edil ha explicado que abrirá un debate con los técnicos del Consistorio sobre cómo llegar al equilibrio financiero del contrato con Tagus, el cual es "heredado" del anterior Gobierno 'popular' de José Manuel Molina.
Para García-Page este contrato, que se firmó en 2006, presenta una "contradicción evidente", ya que "establece una garantía de que va a subir el consumo del agua", sin embargo, las políticas del Ayuntamiento van encaminadas a "decirle a los ciudadanos que ahorren en el consumo porque, como es un bien natural, se debe de gastar lo menos posible".
A este respecto, el primer edil toledano ha señalado que el equipo de Gobierno municipal está "dudando si pedir responsabilidades al PP por el contrato que se hizo en tiempos pasados en el agua".
Análisis del contrato
De este modo, el equipo de Gobierno municipal, en consenso con el resto de grupos políticos, va a analizar el contrato con esta empresa, con el fin de llegar a un equilibrio financiero "sin que se resientan las tarifas".
Aún así, el alcalde ha reconocido que, "en general, no se puede evitar el debate del incremento del coste de los servicios públicos", ya que considera que "siempre hay que plantear la actualización del coste de los mismos".
En este sentido, el concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González, ha indicado que las posibilidades que existen para llegar a ese equilibrio financiero pasan por reducir inversiones previstas en la concesión --proyectos o mejoras en la red--, subir las tarifas a los ciudadanos, o "hacer un mixto" entre estas dos opciones.