El grupo de investigación de Saneamiento Ambiental de la Facultad de Ingeniería Civil y Agrícola de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) analizó la cuenca media del río de Bogotá en los municipios de Funza, Mosquera y Tena, en los que halló que los cambios en los usos del suelo contemplados en los planes de ordenamiento territorial han causado deficiencia en la calidad y en la gestión de la gobernabilidad del recurso hídrico superficial.
Uno de los factores es atribuido a la industria, que utilizaría un 38,35 % del recurso en Cundinamarca, y sería una fuente importante de contaminación del agua. Por su parte, para el sector Agrícola se destina un 29,08 %.
Las descargas de aguas industriales pueden contener sustancias químicas y metales pesados que pueden alterar el pH del agua y afectar la vida acuática. Esta situación puede tener graves consecuencias, incluyendo la degradación de los ecosistemas acuáticos, la muerte de peces y otros organismos acuáticos, y la afectación de la salud humana. Además, la contaminación del agua puede tener impactos económicos significativos, afectando la economía local y nacional.
Andy Vanessa Parra, ingeniera civil y candidata a magister en Ingeniería Ambiental, expuso que los cambios de los usos del suelo y sus consecuencias en la calidad del agua, en el marco del evento PreCOP16 de la UNAL, explicó que en la investigación se evidenció una problemática de salud pública por factores como la presencia de antibióticos en el agua.
Entre el 2007 y el 2021, Mosquera aumentó tanto la construcción de vivienda como de industria; mientras que Funza, por su parte, pasó de un uso agrícola a un uso residencial.
“Si bien es cierto que se han establecido mecanismos para ordenar los recursos hídricos el manejo, asociado a la ejecución, no ha sido efectivo, ejemplo de esto son las afectaciones que aún se dan en las zonas de preservación y restauración”, aseguró Parra.
Diagnóstico de saneamiento Tena - Área Rural
Gabriela Arrieta, ingeniera ambiental de la UNAL, expresó durante su intervención que el grupo evaluó lo que pasa con la prestación de servicios a través del esquema de saneamiento básico, con el objetivo de conocer cómo el agua se convierte en un servicio para las comunidades y puede aumentar o disminuir la calidad de vida de las poblaciones. Centrándose en el municipio de Tena (Cundinamarca) se identificaron asociaciones de acueductos comunitarios y 15 sistemas de acueductos veredales, en los que el índice de riesgo de calidad del agua, especialmente para el consumo de la población era alto.
“En Suesca evaluamos un comportamiento de las actividades domiciliarias de la población rural y también vimos las actividades de turismo que se estaban presentado en la zona y evaluamos allí que recargaban el sistema de alcantarillado, o sea aguas residuales. En la investigación se observó que se encontraban cruces de zonas de abastecimiento de cuerpos de agua superficiales y subterráneas, con los puntos donde estaban generando descargas directas de aguas residuales, lo que indica que se están contaminando los dos cuerpos de agua”, agregó Arrieta.
AquaTox: Nuevas formas de determinar la contaminación del agua en zonas rurales
Por su parte, Keile Brugés Pineda microbióloga industrial, magister en Microbiología y candidata a doctora de Estudios Ambientales de la UNAL, expuso una estrategia de atención a esta situación a través de kits que desarrollaron en el laboratorio de Ingeniería Ambiental, los cuales consisten en medir la inhibición del crecimiento de los cultivos a causa del agua contaminada, para este caso específico utilizaron dientes de ajo y lechuga.
El ensayo se basó en introducir la raíz del ajo o lechuga en un tubo de vidrio que contenía una tira amarilla que determina la contaminación a través del cambio de color de esta. El tubo se llenó con agua del río más cercano en la Uribe - Meta y después de cinco días de análisis se encontró que el agua presentaba contaminación, ya que se había puesto de color amarillo y se determinó que, al medir la raíz de la planta, esta había dejado de crecer por estar absorbiendo el agua contaminada.
Lo anterior denota que en la cuenca alta y media del río Bogotá se aprovecha la multifuncionalidad del territorio para desarrollar diversas actividades en espacios rurales, que por deficiencia en la gestión del agua, tienen potencial de afectar las aguas superficiales y subterráneas, ya que recargan las vías de alcantarillado.