Aunque parezca inaudito, 36 millones de personas en Latinoamérica no pueden tomar un vaso de agua de la canilla o ducharse con la certeza de que esa agua no los enfermará.
Estos latinoamericanos reciben agua impura en sus hogares o deben recorrer al menos un kilómetro para acceder a agua potable.
María Catalina Ramírez, experta en agua y saneamiento del Banco Mundial, explica en este vídeo qué medidas podrían remediar esta situación.