Hoy se celebra en Brasil el Día Nacional de la Amazonía, y para homenajear al mayor bosque tropical del planeta, WWF Brasil y la Iniciativa Amazonía Viva de WWF han lanzado los primeros resultados sobre una expedición en busca de los delfines que viven en la cuenca del río Tapajos.
El Instituto de investigación Mamirauá unió esfuerzos con WWF para realizar la primera estimación científica de las poblaciones de delfines en uno de los principales afluentes del Amazonas, el río Tapajos, como parte de una serie de expediciones para descubrir cómo les van las cosas a los delfines de los ríos amazónicos. Tras recorrer 577 kilómetros de río, los investigadores vieron 160 tucuxi (Sotalia fluviatilis) y 112 delfines rosados (Inia geoffrensis).
La presencia de delfines es un indicador de la salud de los ríos
La Amazonía es el mayor bosque tropical del planeta, y el mayor sistema fluvial, con más de 100.000 kilómetros de cursos de agua que se extienden por nueve países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guyana Francesa. Los delfines de río son uno de los símbolos del Amazonas, pero hasta ahora se sabía muy poco sobre sus poblaciones.
Desde 2006, una serie de organizaciones (entre ellas WWF) han unido fuerzas realizando una serie de expediciones en el Amazonas para conocer la situación de los delfines de río. De momento las expediciones han recorrido 6.500 kilómetros de los principales ríos amazónicos, y se han contado más de 8.000 delfines de las 4 especies que los habitan.
La presencia de delfines es un indicador de la salud de los ríos, y tener información precisa disponible es fundamental para la protección de especies y de sus hábitats. El equipo de investigadores recorrió 577 kilómetros a bordo de dos barcos, en dos tramos distintos del río Tapajos, que está amenazado por los planes para construir más de 40 presas hidroeléctricas. El estudio permite conocer la situación ahora que el río está libre de presas, así que servirá como comparativa frente a otros ríos en la Amazonía donde sí que hay presas construidas.
Así, se podrá analizar el impacto sobre la fauna provocado por la construcción de presas y, al disponer de mejor información científica, se facilitará la discusión con el gobierno brasileño sobre sus consecuencias ambientales. En los tramos de río estudiados, se planea construir dos grandes presas: la de Sao Luis do Tapajos (en 2018) y la de Jatoba (en 2019). Las obras perturbarían todo el ecosistema y el modo de vida tradicional de esas áreas.
“Los resultados de esta primera expedición a la cuenca del Tapajos para censar las poblaciones de delfines permitirán a los gobiernos, científicos, comunidades locales y pueblos indígenas reflejar los impactos potenciales de las presas en este río, en particular, y en la Amazonía, en general. La Amazonía es una de las regiones naturales más importantes del Planeta, así que la planificación de las presas hidroeléctricas debe hacerse cumpliendo los mayores estándares ambientales y democráticos, con transparencia y respetando los derechos de las comunidades locales y los pueblos indígenas”, ha asegurado Claudio Maretti, el responsable de la Iniciativa Amazonía Viva de WWF.
Otro descubrimiento importante de la expedición es que nunca se habían registrado delfines rosados tan lejos aguas arriba. Según los mapas de la Lista Roja de especies amenazadas de la UICN, el área de distribución del delfín rosado sólo llega aguas arriba hasta la región de Itaituba. El estudio ha demostrado que su presencia va más allá de esa región, y podría incluso ir más lejos, aguas arriba, en el Tapajos y sus afluentes: el río Juruena y el Teles Pires.