El número total de presuntos casos de cólera este año en el Yemen llegó el domingo a los 500 000. Desde que a finales de abril se iniciara la rápida propagación del brote han perecido casi 2000 personas.
La carga global de casos en todo el país se ha reducido desde principios de julio, especialmente en las zonas más afectadas, pero los presuntos casos de esta mortal enfermedad transmitida por el agua siguen arreciando por todo el país. Se estima que cada día se infectan 5000 personas.
La propagación del cólera se ha ralentizado considerablemente en algunas zonas en comparación con los niveles máximos, pero la enfermedad sigue extendiéndose con rapidez en distritos afectados más recientemente, en los que se registra un elevado número de casos.
Más del 99% de los presuntos casos de cólera que pueden acceder a servicios de salud sobreviven
La epidemia de cólera en el Yemen, en estos momentos la más extensa del mundo, se ha propagado rápidamente debido al deterioro de las condiciones higiénicas y de saneamiento y a las perturbaciones en el suministro de agua en todo el país. Millones de personas no disponen de agua limpia, y la recogida de basura se ha interrumpido en las principales ciudades.
El sistema de salud, en proceso de desmoronamiento, apenas consigue cubrir necesidades, pues más de la mitad de todos los centros de salud han cerrado por estar dañados o destruidos o por falta de fondos. La escasez de medicamentos y suministros persiste y es generalizada y 30 000 trabajadores de la salud esenciales no reciben su sueldo desde hace casi un año.
«Los profesionales de la salud del Yemen trabajan en condiciones imposibles. Miles de personas están enfermas, pero no hay suficientes hospitales, ni medicamentos, ni siquiera agua limpia. Los médicos y enfermeros son la columna vertebral de la respuesta sanitaria: sin ellos no podemos hacer nada en el Yemen. Deben percibir su sueldo para poder seguir salvando vidas», señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud.
La OMS y sus asociados trabajan incansablemente para establecer clínicas de tratamiento del cólera, rehabilitar centros de salud, distribuir suministros médicos y apoyar la respuesta sanitaria del país.
Más del 99% de los presuntos casos de cólera que pueden acceder a servicios de salud sobreviven, pero casi 15 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de atención de salud.
«Para salvar vidas en el Yemen en estos momentos debemos apoyar el sistema de salud, y especialmente a los trabajadores sanitarios. Instamos a las autoridades yemeníes —y a todos los que en la región y otros lugares puedan contribuir de algún modo— a que encuentren una solución política a este conflicto que tanto sufrimiento ha provocado. El pueblo del Yemen no puede soportar esta situación durante mucho más tiempo. Necesitan paz para reconstruir sus vidas y el país», declaró el Dr. Tedros.
