(Cantabria) La Consejeríade Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno de Cantabria, en colaboración con la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), organizará el próximo sábado, 25 de mayo, una nueva jornada de voluntariado ambiental del Programa PROVOCA, que esta vez tendrá lugar en la Charca de Raos, en la Bahía de Santander, y que contribuirá a la mejora de este hábitat marismeño.
El objetivo de la jornada, que comenzará a las 10:00 horas en la Casa de la Naturaleza (aparcamiento Centro Comercial Valle, desde donde se partirá a la marisma), será desarrollar una plantación con especies riparias que ayuden a frenar el avance de las plantas invasoras que presionan el espacio, disminuyendo la biodiversidad de la Charca. Además, se marcarán los ejemplares, de tal modo que todos aquellos que participen podrán hacer un seguimiento de los árboles plantados.
Los interesados/as en acudir pueden inscribirse a través del correo amigos@fnyh.org o del teléfono 942 559 119. Se recomienda acudir con calzado y ropa adecuada para la actividad. La jornada es apta para personas de todas las edades.
Charca de Raos
La Charcade Raos es un pequeño enclave que se encuentra al oeste de la bahía de Santander, delimitado por el Puerto Deportivo, las instalaciones del Aeropuerto y la propia línea de costa que aparece a escasos metros. La Charca es hoy lo que queda tras la transformación del entorno de la Marisma de Raos, un espacio que en la década de los ochenta fue cerrado con diques, quedando aislado de la dinámica mareal de la bahía.
Este humedal, gestionado por FNYH gracias a un acuerdo de custodia con el Ayuntamiento de Camargo y a la autorización del Puerto Deportivo Marina de Santander, ha sido objeto durante años de una labor de restauración y mantenimiento. No obstante el espacio sufre una gran presión ejercida por la proliferación de distintas especies de flora alóctona.
Las plantas invasoras están consideradas como una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. En los últimos años, su avance y proliferación han sido tan feroces que ha modificado muchos de nuestros paisajes, convirtiendo ricos pastizales y humedales en simples y extensos plumerales.