El Colectivo Ecologista de Avilés mostró ayer su preocupación por las consecuencias de la falta de una depuradora en la urbanización de Truyés, lo que puede acarrear en un futuro inmediato un aumento de la toxicidad del agua del pantano de Corvera. Fructuoso Pontigo, miembro de la entidad, aseguró que las primeras viviendas de la urbanización serán entregadas el próximo verano, produciendo un aumento de los residuos urbanos en el embalse.
En este sentido, añadió que los vertidos de la urbanización llegarán directamente al embalse, aumentando la concentración de toxinas ya existente, y que se han conocido con los últimos informes de la Universidad Complutense de Madrid sobre el pantano.
El representante de la entidad ecologista opinó que «la Confederación Hidrográfica del Norte debería haber tomado cartas en el asunto, teniendo en cuenta la peligrosidad que supone esta situación para el baño».
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