El agua, como bien escaso y valioso, debe usarse con mesura; en España, tras las campañas de comunicación que han realizado tanto las administraciones como las compañías gestoras de agua, la ciudadanía está concienciada; sin embargo, los contadores, elementos esenciales para el control y la eficiencia, no siempre reciben los la atención que requieren, como garantes de que el uso del recurso es el adecuado y que las tarifas que soportan los usuarios se ajustan a la realidad del consumo.
Cuando nuestro contador ofrece, como es habitual, el fiel reflejo de la demanda de caudal utilizado, el ciudadano abona la cantidad exacta que se determina por tarifa y el operador percibe la cantidad acordada para garantizar la sostenibilidad del servicio, de lo contrario, una de las dos partes saldría beneficiada en perjuicio de la otra, alterando la relación correcta entre usuario y operador en detrimento de la eficiencia y el buen funcionamiento del servicio. Por lo tanto, es de vital importancia mantener nuestro parque de contadores en perfecto estado, mediante un correcto mantenimiento y el cambio de contadores deteriorados u obsoletos.
Los contadores, elementos esenciales para el control y la eficiencia, no siempre reciben los la atención que requieren
La escasez de recursos económicos obliga a un lógico control del gasto, sin embargo, cuando dicho ajuste se traduce en una tendencia a alargar el periodo de verificación y renovación de los contadores, puede resultar contraproducente, ya que en nada favorece el servicio y no supone ahorro real, dado que el coste de estos instrumentos es muy contenido en relación con las prestaciones que aporta en su ciclo idóneo de vida.
El objetivo de las verificaciones es garantizar la fiabilidad de la medición de estos instrumentos de precisión. La adecuada medición de los contadores está condicionada por la calidad del agua, tipo de consumo, manipulación del contador y la instalación en; dada esta casuística, la gran mayoría de países europeos tienen regulaciones al respecto, con normas que establecen la verificación obligatoria tras cada reparación y unos intervalos máximos de verificación periódica, siendo los alemanes los más exigentes en la materia, con una verificación obligatoria cada 5 años.
Sin embargo, en nuestro país no contamos con una norma que armonice las verificaciones, existe un vacío cubierto reglamentariamente de manera territorial, en cuatro comunidades autónomas –Andalucía, Baleares, Murcia y País Vasco –, y sectorial, para el control del uso del agua destinada a riego. La Directiva 2004/22/CE, cuya trasposición al derecho español encontramos en el RD 889/2006, establece que los instrumentos de medida en servicio deberán ser sometidos a verificación periódica, verificación después de reparación o modificación y vigilancia e inspección.
La competencia y ejecución del control metrológico corresponde a las Comunidades Autónomas. En la actualidad, está regulada la verificación primitiva o Inicial, de obligado cumplimiento en la fase de comercialización y puesta en servicio de los contadores; sin embargo, serían necesarias unas directrices normativas que definan tanto la verificación periódica, como la verificación después de reparación y el periodo máximo de sustitución de equipos, para tener así absolutas garantías de que el producto mantiene su fiabilidad a lo largo del tiempo y que, tras ser reparado, cumple con las especificaciones.
Sería conveniente impulsar desde la Administración central, en coordinación con las Comunidades Autónomas, una legislación encaminada a la renovación de los contadores de agua. El sector eléctrico ya ha iniciado la renovación de su parque de contadores, instalando aparatos de última generación; es el momento de acometer, sin urgencias, pero tampoco sin demoras, la paulatina sustitución de los contadores obsoletos y defectuosos que pudieran no ofrecer las garantías metrológicas exigibles. Los contadores de agua son esenciales para lo esencial: el control y la eficiencia de un recurso tan preciado y valioso como es el agua que abastece nuestros hogares.