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Presa de Oroville: De la sequía al desborde en 2 años

  • Presa Oroville: sequía al desborde 2 años
    (Wikipedia/CC)
  • El clima de California no entiende de términos medios: puede dejar el déficit hídrico en niveles críticos un año y provocar riesgo por inundaciones al otro.

Oroville es una presa sobre el río de las Plumas cercana a la ciudad que le da su nombre, en el condado de Butte, California, y construída en 1968. Con 230 metros de altura, es la presa más alta de Estados Unidos, formando a su vez el Lago Oroville, el segundo reservorio artificial más grande de California con una capacidad de 4.300 millones de m3 (Wikipedia). Como parte del Proyecto Hídrico de California (SWP), la presa ha evitado grandes daños por inundaciones a la zona entre los años de 1987 y 1999 y en 2017 puede que lo haya hecho una vez más.

(Fuente: California Department of Water Resources)

Apenas se había oído hablar de ella antes, quizá salvo por las características de la infraestructura. Sin embargo, de lo que sí se ha hablado con anterioridad es de los estragos provocados por los extremos cambios del clima californiano. Así pues, ¿cómo una presa de tales magnitudes pasa de una sequía extrema al riesgo de desbordamiento en dos años?

La mayor sequía de la historia de California

Durante el periodo de 2010-2015, California fue azotada por la mayor sequía dada en 1200 años. Un déficit hídrico que marcó niveles históricos en el Estado Dorado, haciendo que la nieve en Sierra Nevada presentase los niveles más bajos en 500 años.

Para California, la nieve es un sistema de almacenamiento de agua natural. Su derretimiento debido al aumento de las temperaturas recarga los lagos, ríos y acuíferos, y permite al Estado pasar los meses de verano con suficiente agua acumulada. Sin embargo, en 2015 la falta de caída de nieve y la ausencia de precipitaciones durante el invierno propiciaron que el Estado de California diera un vuelco a su política hídrica.

El Gobierno californiano se vio obligado a adoptar una serie de medidas para preservar el agua, tales como la restricción del consumo de agua por primera vez en su historia, multas por el uso abusivo de la misma o el incremento de la tarifas de suministro. Su impacto generó pérdidas millonarias al sector agrícola (del que depende la mayor parte de la economía del Estado) y puso en riesgo de extinción a numerosas especies endémicas. Pero no solo la meteorología influyó en este desastre: la falta de legislación hasta la fecha sobre la extracción del agua subterránea arrastraba una sobreexplotación de los acuíferos y el fracking de la zona contaminaba la poca agua que quedaba.

Tales fueron los efectos de la sequía, que el Lago Oroville estuvo al 32% de su capacidad en 2015 (Wikipedia). La imagen, de 2013, muestra el bajo de nivel de agua del lago durante el periodo de la gran sequía de California.

Lago Oroville en 2013 (Wikipedia)

El desborde de la presa de Oroville

El aumento general de las temperaturas en todo el mundo parece haber cambiado las tormentas de nieve de California por tormentas de agua. Lo que antes se acumulaba en forma de nieve y aumentaba las reservas en la época cálida, ahora lo ha hecho añadiendo también la lluvia, haciendo que las reservas estuvieran más altas de lo normal. De hecho, según el Departamento de Recursos Hídricos de California (DWR), la presa de Oroville nunca antes había alcanzado el 100% del almacenamiento de agua.

Esta inusual situación para California y, por ende, en la presa de Oroville, puso en funcionamiento el aliviadero de emergencia por primera vez en su historia. Las imágenes capturadas los días 21 de diciembre de 2016 y 30 de enero de 2017 por el satélite Sentinel-2A de la constelación Copernicus de la ESA muestran una gran diferencia en el nivel de agua en la presa (ESA).

La gran cantidad de agua caída en poco tiempo junto con una erosión del suelo consecuencia del largo periodo de sequía, provocó daños en el aliviadero de emergencia, haciendo que la presa de Oroville se viera al borde del colapso. Casi 200.000 personas río abajo fueron evacuadas, mientras los técnicos trabajaron contrarreloj para evitar el desborde de la presa ante la previsión de lluvias de los siguientes días.

Infografía del suceso (Wikipedia)

La gravedad del suceso ha afectado a los cimientos del muro de la presa, que podría ser derribado si los trabajos de los técnicos no fueran suficientes para afrontar otro periodo de fuertes lluvias. De romperse, todo el agua contenida en la presa saldría disparada sin ningún control, inundando las poblaciones situadas aguas abajo.