Empezar la casa por el tejado

Vivo estos días sumida en una suerte de tribulación a causa de la adjudicación del PERTE de digitalización del agua a Soria provincia (a través de Diputación Provincial).

Llevo más de trece años transitando este terreno y creo conocer de primera mano la realidad de los abastecimientos que lo comprenden. La capital no está incluida en los proyectos presentados al ministerio. Soria tiene 504 pueblos distribuidos en 185 municipios con una población total menor de 100.000 habitantes. En la mayor parte de los depósitos el único tratamiento que se aplica es una desinfección con hipoclorito sódico, el tratamiento físico, es ese gran desconocido. Proliferan en los últimos tiempos los filtros desnitrificadores, dado el creciente problema de contaminación por nitratos. Los equipos digitales de control de la cloración son minoritarios, así como los contadores a la salida de depósito. Todavía hay una gran cantidad de aljibes sin válvula reguladora. El personal encargado de la gestión del abastecimiento es escaso, generalmente un alcalde pedáneo y la visita mensual de uno de los tres componentes de mi equipo (incluida yo). Este es el panorama actual de los abastecimientos en la provincia de Soria, lidiando con problemas de calidad del recurso hídrico y con muchas carencias técnicas.

En este escenario llegan casi 7M de euros para digitalización. Aquí la llaman, la ayuda para contadores. De hecho, las empresas suministradoras ya se están frotando las manos. El asunto es poner contadores domiciliarios con telelectura, muchos de ellos en localidades donde ni siquiera tienen ordenanzas de agua y donde el agua no se cobra. Se pondrán contadores a la salida de los depósitos ¡Aleluya! Se creará una plataforma para recoger todos esos datos. Desconozco la gestión posterior que se hará de los mismos.

Es muy reseñable el esfuerzo que se ha hecho en la consecución de este PERTE, pero me pregunto si no se merece el mismo esfuerzo la creación de una línea de actuación definida en materia de agua en toda la provincia que establezca cómo se tienen que hacer las cosas a nivel técnico, por ejemplo, ni un depósito nuevo sin tratamiento físico y válvula reguladora a la entrada y contador a la salida, ni una ayuda pública sin ordenanza vigente, etc.

En fin, se nos va a quedar una provincia muy digital, pero con los mismos problemas que tenemos ahora. Aguas turbias con alto contenido en materia orgánica, contaminación por nitrato en aumento, consumos desmesurados. ¿No estaremos empezando la casa por el tejado?