Llama la atención como el simple gesto de abrir un grifo en casa, y disponer de agua de forma instantánea y cómoda debería ser algo común en todos los países del mundo. Sin embargo, esto no ocurre en numerosas partes del mundo, en concreto el continente africano se encuentra lejos de esa situación.
No es ninguna novedad que el ser humano necesita agua para poder vivir, entonces ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI sigan existiendo lugares en los cuales el agua es inaccesible si el planeta está formado un 70% de agua?
En el continente africano se producen escasas precipitaciones a lo largo del año, lo que se traduce en largos periodos de sequías, además a esta problemática que ha existido siempre se suman los problemas asociados al cambio climático. Además de no disponer de numerosas lluvias, el cambio climático está produciendo la evaporación de gran parte del agua de ríos y lagos lo que significa que el problema del acceso al agua no es que no mejore con los años, si no que está empeorando.
En África, la principal fuente de agua es el agua subterránea, extraída mediante pozos, sin embargo, éstos se encuentran cerca de zonas contaminadas, por ello el mal estado del agua que se consume origina el 50% de las enfermedades en África, tales como diarreas, cólera, enfermedades causadas por la falta de higiene entre otras. Además, estos pozos se encuentran situados en zonas muy alejadas de los poblados más humildes, de manera que es necesario recorrer grandes distancias para conseguir agua. En las familias, generalmente son los niños y las mujeres los encargados de recorrer esos kilómetros en busca de agua. De manera que la falta de abastecimiento de agua además de ser un problema sanitario, se convierte en un problema social y cultural, ya que los niños tienen que dejar de ir a la escuela para poder conseguir agua, y numerosas niñas y mujeres sufren problemas de violencia de género en esos trayectos.
Actualmente, 3.600 millones de personas sufren déficit de agua, al menos una vez al año, cifra que con el paso de los años va aumentando como consecuencia del cambio climático y el crecimiento de la población.
La demanda mundial de agua crece cada año un 1%, debido a los cambios en los patrones de consumo, al crecimiento de la población y al desarrollo económico. Sin embargo, por el contrario, la disponibilidad de agua no crece con el paso del tiempo lo que traerá graves consecuencias en todo el mundo. Según el último Informe Mundial de Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, se prevé para el año 2050, que la mitad de la población del mundo, es decir, 5.700 millones de personas, se verán afectadas por la escasez del agua.
Por todo ello, es necesario establecer nuevas soluciones eficaces, estratégicas, razonables e inmediatas, para la gestión de los recursos hídricos, ya que el planeta va aumentando su ritmo de consumo con el paso de los años, y sin embargo, éstos son finitos. De manera que es necesario establecer soluciones para evitar que la mitad de la población sufra escasez de agua en menos 30 años.
Fuentes:
- Ayuda en Acción.
- Smart Water Magazine.
- RT Noticias.
- Udare.
